Andrea Villasante Ferrer, autora de ‘Nora’, ayer en Ibiza. | DANIEL ESPINOSA

Nora acaba de ver la luz y es mucho más que una novela, es el producto de un duro trabajo de su autora, Andrea Villasante Ferrer, ibicenca desde los 9 meses de vida, bióloga y experta en no bajar los brazos. La editorial Círculo Rojo acaba de hacer realidad la publicación de su segunda obra que le ha costado alrededor de 5 años de ardua investigación y mucha paciencia. Después de 9 años intentándolo, presentándola a concursos y enviándola a editoriales siempre le respondían que «prefieren apostar por gente ya famosa para asegurarse las ventas, aunque valoraran positivamente mi obra». Su capacidad de superación la llevó a financiar la publicación de Nora «a demanda, para no gastar papel a lo tonto», asegura su autora.

Andrea comenzó su carrera de bióloga en el 2011 y desde entonces soñaba con una historia que se repetía cada noche. Por lo que decidió plasmarla también, «ya que he escrito un libro pues escribo otro», cuenta risueña a Periódico de Ibiza y Formentera. Así llegó esta segunda novela, Nora, que le llevó unos 5 años de elaboración «porque tiene mucha labor de investigación detrás» que se acaba de publicar y que se puede adquirir a través de internet en las webs de Círculo Rojo, La casa del Libro y Amazon. Según ella misma explica, la novela narra «la historia de cada protagonista cuando ya está muerta». Y agrega: «el remanente de las almas de las personas que han muerto de una forma violenta van a parar a un ‘Jardín Subterráneo’. Allí residen con unas ansias de venganza brutales hacia el ser humano que ‘está arriba vivito y coleando’». Esa misma sed de venganza es lo que las mantiene vivas. «La protagonista esta allí aunque no es como los demás ‘rampantes’ que habitan el ‘Jardín Subterráneo’», detalla. Es la historia de su vida como ser humano y paralelamente su historia como «alma perdida», comenta Andrea sobre su obra.

La autora precisa que la labor de investigación realizada se basa sobretodo en que la protagonista vivió en el Londres victoriano del siglo XIX, en Whitechapel, que coincide con la zona donde ocurrieron los asesinatos de Jack El Destripador. Entonces, la documentación transgredió los límites de la cultura, la vestimenta y las costumbres de la época para aventurarse en una hipótesis sobre la posible identidad del mítico asesino en serie que la autora identifica con un empresario del algodón de la época, un personaje real, para el que la protagonista trabaja. Además, en este ‘Jardín subterráneo’ cohabitan seres famosos asesinados violentamente como pueden ser Juana de Arco o Las brujas de Salem. Todo esto hace que Nora sea una ficción en la que también «aparecen hechos y personajes históricos que le aportan veracidad a la historia».

Villasante asegura que a lo largo de todo este trabajo de investigación «tan largo y duro» ha aprendido «que la avaricia, la codicia y la envidia está muy arraigada en el ser humano. La maldad innata en el ser humano ha hecho que muera mucha gente inocente».

Más que bióloga
Andrea es bióloga y esto también se ve en su trabajo al reflejar los entresijos de La Peste, el cólera y cómo afectan las bacterias; a su vez afirma que «las almas son como las bacterias. Tú no las ves pero están ahí. Que no las veamos no significa que no existan. Nosotros no tenemos el sentido tan desarrollado como para verlas pero eso no quiere decir que no existan».

Paralelamente, la escritora ha abierto cuentas en Facebook, Twitter e Instagram bajo el nombre de ‘No sin mi novela’ para poder dar visibilidad a esta obra y a las futuras; en ellas ha subido el prólogo y el primer capítulo para que «los indecisos puedan tener una ayudita extra». Asegura que ya tiene pensado como va a ser la película que sueña que protagonice Ron Perlmann (Hellboy, El Nombre de la Rosa, entre otras) y John Hardy.

Andrea ya ha denunciado en otras ocasiones escribiendo a medios nacionales sin obtener respuesta lo extremadamente cuesta arriba que es la situación de los autores noveles. «Si me hiciera alguna vez un poco más famosa crearía una plataforma para ayudar a autores noveles con talento a sacar a relucir sus historias porque el talento joven está ahí y hay aprovecharlo, no tirar siempre de lo mismo: zombies, elfos y famosos contando su vida». «Tienen que darnos más oportunidades para poder realizar el recambio generacional», sentencia.