Alicia Ribas, en su consulta, que actualmente se encuentra en la calle Agapito Llobet. La sede de ALAS está en la calle Madrid. | Arguiñe Escandón

Alicia es la psicóloga de la sede que tiene ALAS (Associació de Lluita Anti-Sida de les Illes Balears) en Ibiza desde 2018. Previamente, la asociación ya había tenido presencia en la mayor de las Pitiusas hasta 2012 pero, dada la alta demanda de sus servicios por parte de la población, volvieron a establecerse en Ibiza a principios del año pasado.

¿Qué tipo de labor hace ALAS en Ibiza?
—Nosotros ofrecemos un servicio de atención psicológica gratuita, con una media de 6 sesiones, más o menos por paciente y ateniendo cualquier tipo de necesidad, ya sean nuevos diagnósticos, problemas de ansiedad, estados de ánimo, sentimiento de rechazo. A la larga, lo que conlleva el VIH, si no se comparte, pesa más que la propia enfermedad. Una vez que el problema está resuelto, dejan de venir. Son los propios pacientes quieres nos guían en el proceso. El objetivo proncipal es el de ofrecer ese apoyo que, por desgracia, muchas veces no se recibe por parte de familia y/o amigos.

¿En qué consiste exactamente este apoyo psicológico? ¿Es individual?
—A veces, no solo pasamos consulta, sino que también hacemos terapias. Tanto grupales como de parejas. En Ibiza, de momento, por problemas de espacio tampoco hemos podido organizar nada demasiado grande pero está previsto hacerlo. También está previsto ofrecer sesiones informativas a partir de invierno. La intención es la de seguir ampliando los servicios. También estamos poniendo en marcha un programa de ‘pares’.

¿Qué significa ese ‘programa de pares’?
—En Ibiza nos han hecho un hueco en la plataforma sociosanitaria y queremos ir implantando servicios que tienen en Palma. Es un programa que ya funciona allí, entre personas con perfiles similares y que padezcan VIH como complemento a la terapia. Cuando alguien que está recibiendo asistencia psicológica, vemos que se puede beneficiar de ese servicio, buscamos un «par» que le pueda acompañar en este camino, resolviéndole dudas, compartiendo vivencias, cómo compartirlo con el entorno, con consejos sobre lo que ya conoce... Para que sea útil, los perfiles han de encajar: misma edad, estilo de vidase tienen que cumplir requisitos exigentes a nivel psicológico, sobre todo porque en caso contrario, podría ser contraproducente.

¿Qué tipo de problemas psicológicos presentan los afectados?
—Sobre todo, al principio. Los más afectados son los de nuevo diagnóstico. Sufren depresiones, trastornos de ansiedad, irritabilidad, profunda tristeza, les surgen millones de dudas... Hay que ponerse en situación: Te dicen que te vas a tener que medicar de por vida y es un cambio muy drástico en tu vida que no te esperas. Se trata de un proceso de adaptación que no puedes afrontar solo, sino que necesitas de información y de apoyo, sobre todo para tu tranquilidad. Es crónico, sí. Pero cuando hay adherencia a la medicación, no hay problema

Además de atención psicológica, ¿qué labor de prevención están haciendo? ¿Qué objetivos se han marcado?
—Desde Palma se ofrece un material preventivo y esperamos que nos llegue cuanto antes, pero hasta el momento no podíamos hacer nada hasta el momento porque no gozabamos de sede y no era fácil mover ago tan grande. Pero poco a poco, nos iremos adaptando. De hecho, estamos intentando fomentar todavía más. Hemos tenido contacto con el CEPCA (Centro de Estudio y Prevención de Conductas Adictivas) para organizar charlas en colegios y enfocadas a jóvenes.

¿Dónde estará ubicada su sede definitiva en Ibiza?
—ALAS estuvo en Ibiza hasta 2012 y ahora nos han vuelto a reclamar. Manteníamos el servicio y los pacientes se desplazaban a Palma, pero no era nada cómodo.
Nos han dado un espacio en el Hospital Can Misses para cuando esté acabado. De momento, estamos en la calle Madrid. Los usuarios de Formentera también se desplazan hasta aquí por temas de anonimato. Muchos temen encontrarse con gente conocida y tener que dar explicaciones sobre qué hacen, aunque no habría problema en montar allí una pequeña sede.

¿Cuál es el protocolo que ha de seguir un paciente de nuevo diagnóstico para contactar con ALAS?
—Nosotros somos independientes, pero tenemos línea directa con medicina interna del Hospital Can Misses. Ellos valoran el caso y si ven que hay alguien que se puede beneficiar de los servicios que ofrecemos, les facilitan nuestro contacto y si no, la persona puede contactar con nosotros a través de E-mail, redes, teléfono o nuestra web. Tenemos un horario muy amplio y ofrecemos muchas facilidades para poder acceder.

¿Cuál es el tratamiento más generalizado para esta patología?
—Actualmente, lo que se ofrece es un tratamiento farmcológico (una pastilla) que reduce los niveles de virus en sangre y, cuando eso ocurre, la posibilidad de transmisión se reduce. Un estudio reciente reveló que tomando la medicación corrrectamente durante 6 meses, la carga viral es práctiamente indetectable y el riesgo de contagio por vía sexual se reduce.
Por eso es tan importante tener una correcta adherencia a la medicación. La medicina todavía no ha conseguido eliminar el virus pero está en ello.
Alguien que está medicado puede llevar una vida completamente normal.

¿Cómo está Ibiza respecto al VIH? ¿Considera que hay estigma?
—Por supuesto. El sida sigue siendo un tabú en nuestra sociedad de hoy en día, tristemente.
Hay mucha gente que lo esconde o no quiere que se sepa por el qué dirán, qé pensarán... Ese silencio pesa y a la larga es un problema muy grande en una persona.
Sobre todo hablamos de entornos cercanos como familia, pareja, si decirlo o no decirlo a tus compañeros de trabajo

¿Cree que, actualmente, la población está correctamente informada?
—Por supuesto que no. Evidentemente, lo que en los 90 no se conocía no se conocía, ahora es algo que todo el mundo sabe. Pero partimos de una desconocimiento total, por lo que se sigue sabiendo poco. Hay menos campañas publicitarias a nivel nacional a pesar de que a nivel escolar se sigue manteniendo.

¿Cuál es el perfil que más se repite en cuanto a contagio?
—Realmente no hay un perfil dominante. Estamos ante mucha variabilidad. A pesar de ello, hemos visto que, en los últimos años, ha habido un repunte con los adolescentes y gente joven. Seguramente debido a esa falta de información de la que hemos hablado antes y que ahora se ha perdido el miedo. Se suele decir que, antes, como el tratamiento era mucho menos efectivo, había más respeto. Ahora parece que no es realmente un problema si te contagias, porque el tratamiento farmacológico te permite llevar una vida totalmente normal. Así que no es un problema ‘realmente serio’, parece.

¿Puede dar cifras de afectados en Ibiza?
—De momento, solo manejamos datos hasta 2018. El número de nuevos diagnósticos de infección de VIH entre 2003 y julio de 2018 fueron 2.484 en las Islas Baleares, de los cuales 300 corresponden a las Pitiusas Además, a estos datos hay que sumar que aproximadamente un 10% de los casos está todavía sin diagnosticar
Por otro lado, en lo que llevamos de 2019 ALAS ha realizado 48 intervenciones en las Pitiusas a partir de la atención integral que ofrecemos (información y asesoramiento, atención psicologica, etc).
Cada año que pasa, esperamos que las cifras vayan a menos pero muchas veces, se escapa de nuestras alcance.

¿Qué le diría a los jóvenes para evitar su contagio?
—Que lean, por favor que lean. Que pregunten, que busquen fuentes fiables y que se informen sin miedo y que no se dejen guiar por cualquier cosa que leen en internet. También querríamos decir que somos una asociación totalmente abierta al contacto, y si un colegio quiere contactar con nosotros para hacer un cursito de formación, estamos abiertos a ello.