La celebración de la Exaltación de la Santa Cruz estuvo presidida por el obispo de Ibiza y Formentera, Vicente Juan Segura. | DANIEL ESPINOSA

Las fiestas parroquiales de la Exaltación de la Santa Cruz concluyeron ayer en la iglesia que lleva su nombre en el centro de Vila. Con la misa solemne y una procesión, se celebró esta fecha señalada en el calendario católico. Unos actos que se iniciaban el pasado miércoles con el traslado de la imagen del Cristo de la Agonía al altar mayor y una ofrenda floral.

La entrada a la celebración la marcó la agrupación musical de la cofradía del Cristo de la Agonía con la marcha procesional ‘Cinco llagas’. La parroquia estaba llena. Durante la eucaristía, presidida por segundo año consecutivo por el obispo de Ibiza y Formentera, Vicente Juan Segura, también acompañaron musicalmente el coro de la parroquia y el Coro Rociero de la Esperanza.

El obispo recordó en su homilía el significado de salir a las calles mostrando la cruz como «una ayuda para todos que refleja una expresión estupenda del amor de Dios». Invitó a los feligreses a observar la cruces que se encuentran a la entrada y salida del templo para tener presente el amor que Jesucristo mostró en ella por el hombre.

Al terminó de la eucaristía la agrupación de la cofradía Nuestro Padre Jesús Cautivo encabezó la procesión del trono de la cruz, durante la que tocaron diferentes marchas procesionales de gloria. La procesión hizo un recorrido por las calles Aragón, bisbe Abad i Lasierra, Cataluña y bisbe Huix.