Recardo Patrick es un artista que lleva en Ibiza desde los años 80, trabajando en los mejores clubs y promoviendo la cultura. | DANIEL ESPINOSA

Este jueves 19 se inaugurará en el Palacio de Congresos de Santa Eulària la tercera edición de la Ibiza Art Fair, una muestra de arte que reunirá a más de un centenar de artistas, tanto nacionales como internacionales, que expondrán sus trabajos, de inspiración contemporánea, moderna o antigua.

La intención de sus promotores es la de crear un ambiente «de amigos que comparten el arte», envueltos en una charla desenfadada, no sólo un evento que se trate de vender y comprar. El lema principal es el de «regalar es un arte», por lo que todo estará cuidadosamente seleccionado para crear un evento que combine lo mejor de cada disciplina para el absoluto disfrute del público.

Recardo Patrick es uno de los principales promotores de esta iniciativa. Su intención es la de promover «la cara B de la isla», basándose en dar a conocer el arte y la cultura en la atmósfera «paradisíaca» que proporciona la isla.

—¿Cómo pasó de trabajar con Lady Gaga o Elthon John a quedarse en la isla?
—Vine a la isla en los años 80 a trabajar en la discoteca KU Ibiza. Hacía eventos con Freddy Mercury y George Michael, invitado por mi amigo y ya leyenda Basilio. Con 16 añitos empecé mi andadura en esta isla, sin saber muy bien a qué venía pero me gustó tanto que siempre vuelvo. Tiene algo que me atrapa.

—¿Qué es lo que más le gustó de la isla por aquella época?
—No te podrías imaginar como era aquello. Cada día era sábado noche, la isla rezumaba libertad. Era el paraíso. Salíamos todos los días por menos de 100 euros la semana, era lo más barato del mundo y todos éramos iguales. No existía lo VIP ni lo súper VIP, no había segregación ni clases. Todos lo pasábamos genial en el mismo ambiente. Yo defiendo otro tipo de entretenimiento, dado que crecí en un ambiente en el que los artistas creaban sus propias canciones, no todo era tan electrónico, ni había tanta competencia por el dinero. Antes a nosotros sólo nos importaba pasarlo bien en un ambiente creado por el artista, no únicamente poniendo canciones, sino interactuando con el público, creando una atmósfera de ‘buen rollo’.

—¿Cómo ve a la Ibiza de ahora?
—Desgraciadamente, veo a la isla cayendo porque todo es extremadamente caro. La burbuja nos está envolviendo y se hace cada vez más grande. Nos veo metidos en muchos problemas con los nuevos mercados que están entrando en Ibiza, como el glamour, los DJ...Todas las discotecas compiten entre ellas, a ver quién tiene la mejor sesión del jueves o del viernes, a niveles absolutamente brutales que dañan la imagen de la isla y de la fiesta, que cada vez es más y más cara. Es una locura. Como productor musical y empresario, sé perfectamente que ese dinero cubre mucho más que la actuación de una persona, pero hemos llegado a un límite en el que la gente no puede pagarse eso durante más de tres o cuatro días seguidos, se les va el presupuesto de las vacaciones.

—¿Sigue cantando?
—¡Claro! Sigo haciendo lo que más me gusta. Nunca he dejado de hacerlo. He preparado dos nuevos singles que saldrán este año y hace poco he estado dando un concierto privado para el presidente de la República Checa. Mi idea era la de volver este año con el show que inicié en Heart ‘Boogie In Wonderland’ pero en Cova Santa, aunque no pude cuadrar las fechas con Grace Jones, que quería que me acompañara en esta nueva aventura. Lo dejaremos para el año que viene.

—¿A qué se dedica actualmente?
—Mi principal ocupación es la de promover el arte en general, hacer exhibiciones... Soy el dueño de una compañía que compra o vende empresas pero mi pasión sigue siendo el mundo del espectáculo. Mi sueño sería que volviera el mismo tipo de fiesta que había antes y que yo hacía encantado, interactuar con las personas que están pagando por verte, hacerles sentir como en un grupo de amigos. Actualmente, he estado organizado la feria de arte de esta semana en Ibiza.

—¿Por qué apostó por la Ibiza Art Fair?
—Conocí a Adriana -una de las organizadoras- hace muchos años. Ella es una persona increíble, sabe más de arte que nadie que haya conocido en mi vida. Ella y yo compartimos ideología, cree en lo que yo trato de hacer en la isla y me apoya. Todos los patrocinadores son gente maravillosa que cree en mis ideas y en mis intenciones. Todos echamos de menos ‘la otra cara de Ibiza’ y queremos crear más oportunidades culturales que no sólo giren alrededor de la fama, el dinero y la exclusividad.

—¿Qué mensaje quiere transmitir la Art Fair?
—El mensaje es el de ir más allá del dinero, creando cultura e invirtiendo en ella, en la isla y su naturaleza, en la filosofía de ‘slow life’. Primero tiene que calar en las personas mayores y después inculcarlo en los jóvenes.

—¿Qué ofrece una feria tan pionera?
— Ofrece la fantasía de que el arte puede juntar a gente que no tiene nada más en común que su amor por ello, que no son de la misma raza ni tienen el mismo dinero. Se mezclará lo moderno y lo contemporáneo y estarán representadas todo tipo de disciplinas, como la pintura, la escultura, la fotografía, la cerámica... Todo tiene cabida y hará que todos – tanto de aquí como de fuera – se sientan a gusto.

—Finalmente, ¿qué es el arte para usted?
—Para mí, el arte es algo muy profundo. Es increíble como alguien puede tener el poder de que te quedes embobado viendo sus sentimientos expresados, lo que les pasa por la mente, lo que están sintiendo... Hay alguien que ha dedicado tiempo en revolver en sí mismo y en crear cosas. Eso te conecta contigo mismo y te hace reflexionar sobre el poder de las personas.