El PP volvió a interesarse ayer por las medidas que va a adoptar el Ayuntamiento de Eivissa para «garantizar la supervivencia» de las zonas comerciales de la ciudad. En este sentido, Desirée Ruiz, concejala de Comercio, indicó que se va a poner en marcha un estudio sobre las zonas comerciales a petición de diferentes asociaciones. «Queremos buscar soluciones concretas y de inmediata aplicación para dinamizar estas zonas, respetando las diferentes particularidades de cada una de ellas», especificó.

De hecho, dijo que se va a trabajar conjuntamente con la Universitat de les Illes Balears (UIB) para valorar el impacto real que tienen dichas medidas con el objetivo de ver el retorno que tienen en los negocios que se vean ‘afectados’ por ellas.

Durante la sesión plenaria, los populares volvieron a criticar el «caos» circulatorio que vive Vila e insistieron en la falta de señalización de la Marina y en el cambio de sentido de algunas calles. Sin embargo, Aitor Morrás, concejal de Movilidad, subrayó que «no es caótica, está saturada» y defendió los cambios hechos en la pasada legislatura. «La manera de solucionar la movilidad era que fueran unidireccionales la entrada de Ignasi Wallis (con 24.000 vehículos al día) y la salida de la avenida de Santa Eulària (con 26.000 vehículos diarios)», sostuvo.

En cuanto a la Marina, Morrás recordó que circulan 3.000 vehículos diarios en verano a pesar de las restricciones. Por ello, manifestó que no se prevén cambios.

Por su parte, Ciudadanos planteó controlar la movilidad de los vehículos personales, como los patinetes, por su «peligrosidad» para los viandantes. «En cinco años no se han anunciado medidas para solucionar este problema», señalaron. En esta línea, Morrás reconoció que la ordenanza necesita una modificación y culpó al PP de la situación. «Esto es un desastre de urbanización del PP que prefirió dar prioridad a la capacidad de construcción de los solares en lugar de dársela a los carriles para las personas», concluyó.