Agentes de la Policía Local de Santa Eulària. | Archivo - Periódico de Ibiza y Formentera

Agentes de la Policía Local de Santa Eulària detuvieron en la madrugada del sábado a un hombre, identificado como P.L.J., por un supuesto delito de atentado contra la autoridad después de que lesionara a tres agentes al resistirse a que la grúa se llevara su vehículo. Ninguna de las lesiones de los policías fue de gravedad, ha indicado el Ayuntamiento de Santa Eulària.

El suceso se inició poco antes de las 02:00 horas del sábado en la parada de taxi de la entrada del Puerto Deportivo de Santa Eulària. Una patrulla de servicio observó un vehículo estacionado de forma incorrecta en la mencionada parada y procedieron a multarlo. El propietario del turismo, un Renault Clio, se acercó al lugar y se entrevistó con los agentes, que observaron señales de que esta persona había consumido bebidas alcohólicas. Los policías decidieron hacerle el test de alcoholemia, prueba a la que el conductor se negó, siendo informado P.L.J. de que esta negativa era sancionable. Además, se le explicó que ante la evidencia de que no se encontraba en condiciones de conducir, debería localizar a alguna persona que pudiera hacerse cargo del vehículo o sería retirado por la grúa.

Tras diferentes intentos para localizar a algún conductor, los agentes pidieron el servicio de remolque para retirar el coche y le dijeron a P.L.J. que podía retirar cualquier documentación o bien personal que necesitara. El hombre simuló que así lo iba hacer pero aprovechó para poner en marcha el turismo. El policía que se encontraba más cerca trató de impedirlo, recibiendo diferentes puñetazos del hombre y este le pisó la mano con la puerta para tratar de escapar. El compañero del agente también intentarlo y, aunque el vehículo se desplazó unos metros, finalmente los dos policías consiguieron pararlo y sacar de su interior al conductor.

P.L.J. continuó resistiéndose a la detención, golpeando a los agentes, tratando de morderles y logrando arrancarle pelo a uno de ellos. Finalmente, cuando ya estaba esposado, y cuando iba a ser introducido en un vehículo policial para su traslado, hizo un golpe de codo dirigido hacia una agente que estaba ayudando en el arresto, provocándole una lesión en un dedo.