La mayor parte de los residuos que colapsan la red de alcantarillado de Vila son toallitas de un solo uso, compresas, tampones, gasas o incluso ropa. | MARCELO SASTRE

A lo largo de la mañana de ayer, la empresa Aqualia llevó a cabo labores de limpieza y extracción de residuos de un pozo de la red de saneamiento del municipio de Vila, ubicado en la rotonda de Figueretes.

Este colapso de las cañerías se debe, sobre todo, a un conjunto de desechos solidos formados, principalmente, por restos de toallitas de un solo uso, compresas y demás residuos no degradables arrojados a las cañerías.

Desde el Ayuntamiento explicaron que, a lo largo de este año, de la red que conecta con ese pozo en cuestión ya se han extraido un total de doce toneladas de residuos, sumadas a las de ayer, aproximadamente unas dos toneladas más.

Limpieza constante
A pesar de que la limpieza se lleva a cabo periódicamente junto con Valoriza, la empresa encargada de la limpieza en el municipio, se trata de un punto conflictivo. Es por eso por lo que hay una vigilancia constante para supervisar cómo de llenas están las reservas y cómo de peligroso puede llegar a ser ese atasco.

El regidor de Medi Ambient de l’Ajuntament d’Eivissa, Jordi Salewski también quiso destacar que están preparando una campaña de concienciación para avisar a los ciudadanos y evitar que estos residuos llegen a la red de saneamiento, a pesar de que «no se trata de un asunto únicamente a nivel municipal, sino que es una lucha estatal que se debería convertir en realidad». La iniciativa tiene previsto extenderse a los hoteles de todo el municipio con el fin de que cale en los clientes la idea de que la isla necesita de su colaboración para su mantenimiento y preservación.

Por su parte, desde Aqualia, explicaron el funcionamiento corriente de la red de cañerías. Normalmente, todos estos sólidos de la red llegan a la depuradora, que tiene un mecanismo que contiene todos estos sólidos, separándolos del agua que entra al depósito. Además, también cuenta con tres estaciones de bombeo -2 de ellas en Platja d’en Bossa y 1 en ses Figueretes- con una capacidad aproximada de unas 20 toneladas cada uno, para poder espaciar los periodos de desatasco, aunque pueden crear problemas cuando lleguen las grandes lluvias, sobre todo en este pozo específico, dado que contiene todo el alcantarillado de la zona de Platja d’en Bossa y Figueretes, principalmente turísticas en esta época.

«Un conjunto de estos tampones pueden provocar averías graves en las alcantarillas, como atascos, bloqueos o rupturas en la estructura», apuntó David Bernaus, jefe de servicio de Aqualia.

Tanto el Ayuntamiento como el servicio de Aqualia quisieron hacer una llamada a la conciencia de visitantes y de residentes apuntando que «si es posible, intenten no arrojar cualquier tipo de material a la red, puesto que, aunque hay algunos que dicen ser degradables, mejor evitarlo»