El dúo navarro Iso & Dodosound cierra hoy la temporada en Las Dalias.

Iso & Dodosound serán hoy los cabeza de cartel del concierto que organiza Las Dalias Ibiza para cerrar la temporada de su 65 aniversario. El dúo navarro se ha convertido en uno de los grupos más importantes de nuestra escena musical gracias a un sonido muy particular en el que fusionan elementos digitales y orgánicos con melodías cercanas al soul, R&B y reggae. Hasta el momento han sacado dos discos – Cat Platoon en 2015 y Roots in the Air en 2017 – y con ambos han conseguido una magnífica repercusión, tanto por parte de público como de la crítica especializada. También han logrado gran éxito participando en los mejores festivales nacionales y colgando el cartel de no hay entradas en conciertos como el que ofrecieron en la sala Joy Eslava de Madrid. Ahora, tras actuar en el extinguido Festival Sueños de Libertad regresan a Ibiza para debutar en las Dalias.

—En una entrevista reciente en El Pais, les definieron como «los artesanos de lo robótico y lo humano». ¿Por qué?
—Esa es un pregunta más bien para la periodista que escribió la definición. Puede que sea porque en nuestra música hay una búsqueda de equilibrio entre elementos más orgánicos, sonidos e instrumentos más naturales, por así decirlo, con otros elementos que son electrónicos y necesitan de la tecnología para sonar. Y lo de artesanos tal vez sea porque lo de artistas casi siempre queda grande.

—Cómo empieza la relación entre Alberto García y Leire Villanueva. Los dos son navarros... ¿Se conocían de antes?
—Nos conocimos con la música. Iruña (Pamplona) y su escena musical es pequeña. Cuando comenzamos a publicar música cada uno por nuestra cuenta nos conocimos, intercambiamos música y desde el principio fue divertido probar a hacer cosas juntos.

—Los dos llevan en la música desde pequeños. ¿Cómo congeniaron sus distintas influencias?
—Todo el mundo está en mayor o menor medida rodeado de música desde la infancia recibiendo influencias constantemente. Desde la música que has escuchado en el coche con tu madre o en el colegio, hasta la música que te ha empezado a gustar más en tu adolescencia o la que conociste cuando has investigado un poco siempre influye... Es como un camino continuo. Es algo precioso y también inevitable y común entre todos los que que crean música o cualquier otra cosa. Además, en muchas ocasiones nos olvidamos de otras muchas influencias que recibimos, no necesariamente musicales, pero que también influyen en la creación musical.

—Les consideran los nuevos referentes del reggae y del dub en España. ¿Se sienten cómodos también en otro tipo de músicas?
—No nos consideramos referentes de nada. Los estilos musicales al final son como un arma de doble filo. Lo bonito es que estamos haciendo la música que nos gusta y hemos tenido la oportunidad de acercarla a mucha gente. Por supuesto en la escena del reggae y del dub tenemos cantidad de amigos con los que hemos compartidos escenarios y los que nos quedan por llegar. Además, como no puede ser de otra manera, estamos muy agradecidos por como siempre nos han tratado en festivales, eventos y conciertos.

—En su segundo disco incluyen Lost City, una canción sobre los refugiados sirios. ¿Se puede hacer una canción denuncia con una mesa de mezclas y reggae?
—Claro que sí. Es posible hacer una canción denuncia y cualquier otra canción solo con una voz, así que imagínate lo que se puede hacer con más elementos. El reggae nació en Jamaica como una música hecha por gente oprimida, hombres y mujeres que estaban en situaciones de pobreza muy jodidas, que venían de la esclavitud y que se encontraban abandonados y marginados por los poderes mundiales y locales. Nadie puede cantar una canción así si realmente no lo ha vivido.

—¿Entonces ustedes qué pretendían con la canción?
—Denunciar la situación por la que pasan los llamados refugiados pero a los que, curiosamente, nadie en realidad ha dado un refugio. Quisimos ser una voz de toda esa gente que ha muerto en el mar y ya no tiene la oportunidad de contar nada. Sabemos que no es mucho pero ya es algo.

—Se han convertido en imprescindibles en muchos festivales, tanto nacionales como internacionales. Hay quien dice que se les valora más fuera que dentro de nuestro país. ¿Lo sienten así?
—No. Hemos sido un proyecto que, como casi todos, ha empezado desde abajo y sin grandes apoyos más allá del trabajo duro de todo nuestro equipo de músicos, técnicos o personal de oficina. Desde el principio hemos tenido claro que es fundamental cuidar a la gente que nos apoya y que viene a los conciertos. Nos sentimos valorados por la gente que disfruta nuestra música aquí y también fuera.

—Han vendido todas las entradas en Madrid, en la Riviera. ¿Eso les hace cambiar o siguen siendo los mismos que comenzaron hace unos años?
—Eso nos da más trabajo y menos tiempo para andar «cambiando». Nadie vive sin cambiar pero tenemos claro que se cuelgue o no el cartel de no hay entradas, haya o no haya gente en la sala, tenemos que darles nuestra música dando lo mejor de nosotros mismos.

—No es la primera vez que vienen a Ibiza ¿Qué podemos esperar del concierto de Las Dalias?
—Ya estuvimos el año pasado en el festival Sueños de Libertad y es la primera vez que visitamos las Dalias. Nos han hablado súper bien y sabemos que allí han tocado músicos y compañeras que nos encantan. El año pasado fue precioso y por eso ahora esperamos que sea aún mejor y ojalá cerremos la temporada de Las Dalias con una noche muy especial.