Un momento de la celebración del gran aniversario del Hotel Bellamar de Sant Antoni. | MARCELO SASTRE

«Nosotros queríamos hacer aquí 40 habitaciones porque ya montamos una cafetería antes con la idea de hacer unas pocas habitaciones pero tuvimos la oferta de un mayorista, que con una ayuda de algunos millones de pesetas, nos decidió a construir el Hotel Bellamar», así es como explica Vicent Marí Prats, el primero de la saga de los Marí, el comienzo de su historia como hotelero en mayo 1969.

La familia de los Marí ha visto desde entonces, e incluso antes, cómo se ha desarrollado el sector del turismo en Ibiza. Incluso antes porque Vicent cuenta que su contacto con los turistas se remonta más atrás en el tiempo. «Para nosotros no fue nada nuevo porque precisamente abrimos la primera tienda con souvenirs de la isla de Ibiza», precisó ayer.
Hace cinco meses que se han cumplido 50 años de la apertura del hotel, pero ayer fue cuando celebraron un gran evento de aniversario.

Llevar tantos años dedicados al turismo les ha permitido percibir los cambios entre el viajero de entonces con el actual, puesto que, según cuenta su sucesor al frente del hotel, José, «se pasó de un servicio de bandeja y en el que los clientes bajaban en traje y corbata a comer, a lo que es ahora con el bufé y la vestimenta informal». De las 40 habitaciones que tenían en mente acabaron con 155 y la reforma del año 2000, en la que sacrificaron cuatro habitaciones dobles para disponer de dos suites, les añadió una estrella más a las tres que ya tenían. En opinión de José, el cambio de categoría fue «una apuesta por la calidad del servicio y la satisfacción de los clientes, y esto ellos lo notan y lo agradecen».