La Guardia Civil de Ibiza celebra hoy el día de su Patrona con una serie de actos programados.

La medalla al mérito de la Guardia Civil con distintivo rojo impuesta al guardia Cristóbal Molina fue el máximo reconocimiento oficial pero, más allá de esta medalla o de las otras siete entregadas, ayer fue el día de reconocimiento para cada uno de los guardias que han servido en Ibiza y Formentera.

Algunos de ellos fueron mencionados en el sentido y ovacionado relato ofrecido por el comandante Enrique Gómez Bastida, jefe de la Compañía de la Guardia Civil de Ibiza y Formentera. Tal y como comentó con el guardia relator de la ceremonia, el discurso «no debía preocuparle porque todos los presentes son amigos». A partir de ahí y sin papeles, Gómez Bastida desarrolló un relato natural, personal y fuera de los corsés que suele imponer el protocolo para recalcar el «orgullo de ser guardia civil y afortunado de ser guardia civil en Ibiza».

«Me gusta hablar de la Guardia Civil de Ibiza y para mi un ejemplo es el cabo mayor Buendía -jefe de los GEAS y del que apuntó que es el verdadero jefe de la Compañía-. Antonio Buendía es una persona que se reengancha, que no quiere pasar a la reserva, porque siente que todavía le falta mucho por disfrutar de la empresa. La Guardia Civil de Ibiza también es el sargento Alejandro Martínez, que con dos dedos fracturados se pasó toda una tarde y parte de la noche redactando un atestado con 74 detenidos por la macrofiesta ilegal de Platges de Comte. La Guardia Civil de Ibiza es el guardia Rubio para el que no roban viviendas, roban ‘su vivienda’ (...) La Guardia Civil de Ibiza es el guardia Daniel del GEAS, que cuando llega a casa después del servicio, su comandante le llama porque hay otra actuación que hay que hacer y siempre tiene una sonrisa. Esto es la Guardia Civil de Ibiza. Por eso, en un día como hoy, en lugar de hablar de actuaciones prefiero decir lo que somos y cómo lo vivimos», palabras a las que siguieron una segunda ovación.

Gómez Bastida continuó señalando sentirse «afortunado por tener la oportunidad de estar todos los días con vosotros -en referencia a las mujeres y hombres que tiene a su mando- y me siento orgulloso de cada uno de vosotros, de los que estáis y de los que ya no están, de los que han sido», nueva ovación de los asistentes que llenaban el auditorio del Palacio de Congresos y una apostilla: «Nada de lo que hacemos tiene sentido sin la sociedad a la que servimos».

Con estas palabras cerraba su discurso el comandante Gómez Bastida, el primero que realiza con motivo de la festividad de la Patrona, un acto oficial que se retomó ayer tras dos años en un segundo plano debido al despliegue de agentes para colaborar en los trabajos de recuperación tras la torrentada de Sant Llorenç, el pasado año, y al despliegue de agentes en Cataluña, en 2017.

Pateras y Platges de Comte

Tras las palabras del comandante jefe de la Compañía tomó la palabra la alcaldesa de Santa Eulària, Carmen Ferrer, anfitriona de los actos programados por la Guardia Civil de Ibiza con motivo de la festividad de la Virgen del Pilar, patrona del Instituto Armado.

Carmen Ferrer destacó el extraordinario trabajo que realiza la Guardia Civil, un «cuerpo de seguridad nacional que ofrece diariamente un servicio vocacional. Gracias por el compañerismo y afán de colaboración que os caracteriza», indicó la alcaldesa.

Acto seguido fue el turno del vicepresidente del Consell, Mariano Juan, quien subrayó el hecho de que la seguridad es uno de los puntos que más valoran los turistas que visitan la Isla. «Vivimos en un destino turístico de primer orden internacional con todas las difilcultades que conlleva, pero la gente nos valora como un sitio seguro».

Mariano Juan, quien transmitió el agradecimiento y felicitación del presidente del Consell, Vicent Marí -ausente ayer en Santa Eulària al asistir a la misma hora a los actos de la Hispanidad celebrados en Madrid-, destacó también el esfuerzo y el papel desarrollado por la Guardia Civil y la Policía Nacional para dar respuesta a contingencias como la llegada de pateras o la macrofiesta ilegal celebrada en Platges de Comte.

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El turno de intervenciones lo cerró el director insular de la Administración General del Estado en las Pitiusas, Enrique Sánchez, quien trasladó el reconocimiento público a un cuerpo centenario y que a lo largo de su historia se ha ido adaptando para dar respuesta a nuevos retos. En este sentido, remarcó la importancia de unidades como el GEAS, el Seprona o el Servicio Marítimo en la defensa del medio ambiente, «un aspecto fundamental para Ibiza y Formentera».

Sánchez apuntó que se trabaja para aumentar el Servicio Marítimo y destacó la llegada de refuerzos puntuales durante la temporada, pero recalcó especialmente que «el verdadero trabajo se ha hecho en casa, en Ibiza». En este sentido puso en valor los operativos para combatir el transporte irregular, luchar contra los robos en viviendas o los alquileres fraudulentos. Destacó la «implicación y compromiso en una temporada muy dura en la que la Guardia Civil ha estado a la altura ante un episodio de máxima violencia como la ‘rave’ ilegal de Platges de Comte o la capacidad de respuesta ofrecida con la llegada de las cuatro oleadas de pateras». En este punto, Sánchez reveló la situación de incertidumbre vivida una noche ante lo que apuntaba ser el naufragio de una embarcación ante el litoral de Sant Josep. Ya era noche cerrada y la Guardia Civil desplegó un dispositivo de vehículos con las luces encendidas en la playa. Las comunicaciones no eran concretas. Los ocupantes de la embarcación señalaban avistar las luces, pero desde tierra no se apreciaba ninguna señal. Poco después de resolvía la incógnita. La embarcación se aproximaba a San José, en Almería, punto donde la Guardia Civil había desplegado otro dispositivo de emergencia.

El himno de la Guardia Civil entonado por los presentes y cerrado por un ¡Viva España! ¡Viva la Guardia Civil! puso punto final al acto y dio paso al tradicional vino español.

Ocho guardias condecorados

Previamente, el acto había arrancado con la imposición de ocho medallas al Mérito de la Guardia Civil a otros tantos agentes.

Cristóbal Molina y el guardia David Roig, ambos del destacamento de Tráfico, vieron reconocido su valerosa labor en el rescate de unas vecinas de Sant Carles atrapadas en una torrentada de agua en ses Mines.

También recibieron la medalla al Mérito de la Guardia con distintivo blanco los guardias Antonio Rubio, Aguntín Luis Francés; Adrián Jacome; Daniel Sánchez; Héctor Pita y Sergio Sáez. Todos ellos recibieron la ovación de un auditorio repleto de compañeros, familiares, amigos, así como una amplísima representación de autoridades políticas, con la presencia de los cinco alcaldes de la Isla y regidores de Policía, los vicepresidentes del Consell, los mandos de otros cuerpos policiales encabezados por el comisario de Ibiza, Manuel Hernández, y representantes de las Fuerzas Armadas en la Isla.

Del mundo empresarial, Abel Matutes Juan, presidente de Palladium Hotel Group, el presidente de la patronal PIMEEF, Alfonso Rojo, y el gerente de Ocio Ibiza, José Luis Benítez, entre otros.

Misa y homenaje a los caídos

Las celebraciones por la Virgen del Pilar habían arrancado a las 11.00 horas en el Puig de Missa de Santa Eulària con la celebración de una misa en honor a la patrona de la Guardia Civil, un acto oficiado por el obispo de Ibiza y Formentera, Vicente Juan Segura.

El Puig de Missa fue el escenario del tradicional homenaje a los compañeros caídos. Dos guardias acompañados por dos pequeños que lucían el uniforme de la Benemérita depositaron una corona de laurel ante la talla de la Virgen del Pilar que presidió la misa y los actos para homenajear y reconocer el trabajo desarrollado por la Guardia Civil de Ibiza en un año especialmente intenso.