El descenso en la compraventa de viviendas tiene consecuencias económicas para el Govern, ya que a menor venta de pisos, menores ingresos tributarios para la Comunitat Autònoma. | plozano

La ralentización de la economía no solo afectará a las expectativas de los ciudadanos, sino que también tendrá consecuencias para el Govern. El Ejecutivo de Francina Armengol prevé que el año que viene los ciudadanos de las Islas compren menos viviendas ante el frenazo económico y eso afectará a sus ingresos, porque también recaudará menos dinero de los impuestos de transmisiones patrimoniales y de actos jurídicos, que son los que gravan esta actividad.

Las estimaciones de la consellera d’Hisenda, Rosario Sánchez, apuntan a un descenso del 14 por ciento en la recaudación, lo que supone una caída de 98,3 millones en las cuentas de la Comunitat. Es uno de los datos que ya comienzan a conocerse del proyecto de Presupuestos para 2020, que tendrán que aprobarse antes del 30 de octubre.

Los datos empiezan a conocerse con cuentagotas, pero todos van en la línea de «prudencia» apuntada por la consellera en su comparecencia parlamentaria para explicar el techo de gasto. Habrá un descenso significativo en este impuesto y se calcula un ligero aumento del dinero que llegará con cargo al sistema de financiación. Sánchez prevé unos ingresos de 2.809 millones el año que viene, un 2,4 por ciento más que este año, aunque se trata de una suposición, ya que la cifra definitiva no se conocerá hasta que el nuevo Gobierno empiece a elaborar sus propios Presupuestos para el año que viene.

La recaudación por tasas propias sube un 11,9 por ciento el año que viene, pero apenas representa unos ingresos adicionales de 12 millones de euros, que dejarán la recaudación total por este concepto en 111,6 millones de euros.

Otro detalle que se sabe de las cuentas es que el año que viene se batirá el récord absoluto de amortización de deuda. El Ejecutivo deberá pagar cerca de 1.500 millones de euros, para lo que necesitará endeudarse prácticamente por la misma cantidad. Ello supone que el Presupuesto global para 2020 superará los 6.000 millones de euros.

Los partidos están negociando en estos momentos el reparto de las partidas en las distintas conselleries. El año que viene habrá 50 millones menos de euros para gastar y esa es precisamente una de las cuestiones que están sobre la mesa: determinar a qué conselleries afectará el recorte teniendo en cuenta que el Govern no quiere tocar partidas esenciales, como la de Sanidad.