Mientras no suban los salarios o no baje el precio de la vivienda será muy difícil eliminar la lacra de la pobreza en Balears. Es la principal conclusión que se extrae del Informe 2019 sobre el Estado de la Pobreza de la comunidad que presentó ayer la Xarxa per a la Inclusió Social (EAPN). En el documento se asegura que de una población total de un millón doscientos mil habitantes, el 62,4 %, es decir, más de 700 mil personas, tiene dificultades para llegar a final de mes. Una cifra que ha crecido en diez puntos porcentuales en el último año y que está por encima de la media estatal del 53,7 %.

En el informe de EAPN se hace un diagnóstico sencillo: «el coste de vida ha aumentado y consecuentemente el bienestar de gran parte de la población ha empeorado». Recuerdan que, según los expertos, el precio de compra y de alquiler de la vivienda ha subido más de un 40 % en los últimos cinco años y el hecho de tener trabajo «ya no es garantía para escapar del riesgo de pobreza o exclusión». En el informe se insta a las administraciones públicas a diseñar y aplicar una política de vivienda «clara y valiente».

Y es que el umbral de la pobreza en Balears se sitúa en un ingreso máximo de 10.224 euros al año, 1.353 más que la media estatal, al tenerse en cuenta que el dinero no rinde igual en las diferentes comunidades autónomas.

El 15 % de personas que tienen un trabajo remunerado se encuentran en situación de riesgo, «la figura del trabajador pobre se consolida», aseguró Andreu Grimalt, director de la Xarxa per a la Inclusió. Además, hay unas 370 mil personas que cobran menos de mil euros en esta comunidad. «Es un problema de todos que no tiene una única solución», añadió.

La pobreza afecta un 3 % más a las mujeres que a los hombres y también se ensaña con los mayores, el 35,3 % de los pensionistas cobran 634 euros.