El filólogo y coleccionista ibicenco Joan-Albert Ribas. | DANIEL ESPINOSA

El ciclo de conferencias Escriviure 2019 que organiza todos los años de forma conjunta el Ayuntamiento de Santa Eulària y l’Associació d’Escriptors en Llengua Catalana comenzó ayer en la biblioteca de la localidad con una conferencia del filólogo ibicenco Joan-Albert Ribas.

El ciclo está centrado este año en el papel del feminismo en la literatura, abordando la figura de las principales escritoras de la historia, «desde las pioneras a nuestros días». Sin embargo y a modo de prólogo ayer Ribas ofreció una charla sobre la educación de la mujer a través de los libros de texto y de lectura destinadas a ellas.

Para ello este destacado coleccionista, uno de los más importantes que hay en España de guías, mapas y todo tipo de libros relacionados con las Pitiusas, seleccionó una treintena de libros de texto de su propia colección. Abarcaban un período de casi ochenta años, desde mitad del siglo XIX hasta 1930 porque, según aseguró el propio Ribas a Periódico de Ibiza y Formentera, «después, con la llegada de la Segunda República y la dura postguerra, hubo cambios importantes que darían para otra conferencia aparte».

Destinado sólo a mujeres
Todos los libros que presentó el filólogo y coleccionista son verdaderas joyas, tanto por su valor artístico como por su contenido. Sus portadas están muy elaboradas, sobre todo las que tienen ilustraciones de clara inspiración modernista, y sus textos, escritos tanto por hombres como por mujeres, no tienen desperdicio alguno. Según Ribas, «están destinados únicamente a las niñas, chicas y mujeres de la época para que sean buenas hijas, hermanas o amas de casa, a través de una serie de consignas que van desde la higiene hasta la cocina, pasando por el cuidado de la familia o los primeros auxilios». Incluso, según el conferenciante, «hay muchas referencias a la economía doméstica, con auténticos tratados pensados para que las maestras los explicaran en sus aulas».

Alto nivel de analfabetismo
Sin embargo, según explicó Joan-Albert Ribas se da la paradoja de que la mayoría de las mujeres de la época nunca llegaban a leer estos libros, sobre todo en Ibiza y Formentera.
No en vano y según cita Ribas recordando un estudio de la Doctora en Pedagogía, Neus García Ferrer, «en 1900 el índice de analfabetismo de las mujeres ibicencas alcanzaba el 93% por el 70% que había en la Península». Un dato que, además, tampoco mejoraba mucho entre el género masculino pitiuso, donde el porcentaje de los que no sabían leer alcanzaba el 87%.

Por ello, a Joan-Albert Ribas le resulta «muy extraño» creer que estos libros de buenas costumbres pudieran llegar a manos de las mujeres ibicencas. «En nuestra isla el trabajar en el campo y la insularidad suponían un factor de aislamiento clave y por ello, muy posiblemente, apenas un puñado de mujeres de Vila sabían leer lo suficiente para entender estos libros o tenían la suerte de poder ir a clases de costura o buenas costumbres donde se enseñaban estos tratados».