Lupe Moreno, en la consulta de Cirugía del Hospital Can Misses el pasado jueves. | DANIEL ESPINOSA

Lupe Moreno es una de las cuatro cirujanas de las diez del equipo del servicio de Cirugía que opera de cáncer de mama en el Hospital Can Misses. Ayer se celebró el Día Internacional del Cáncer de Mama, un tumor que afecta a una de cada ocho mujeres a lo largo de su vida. «Es uno de los de mejor pronóstico», subraya la cirujana que aborda en esta entrevista los datos de las intervenciones, los nuevos tratamientos puestos en marcha, las necesidades y su relación con las pacientes a las que tiene que comunicar la noticia de que padecen un tumor y operarlas. No recuerda cuántas pacientes ha operado desde que llegó el año 2000 a Can Misses, procedente del Hospital Bellvitge, pero las que han pasado por sus manos conforman su particular club de fans, como Cati, cuyo testimonio acompaña a esta entrevista.

—¿Cómo es el día a día de sus pacientes?
—Cuando les comunicas el diagnóstico están muy preocupadas, se quedan en shock y es lo normal; llega así de repente. El primer día le doy el diagnóstico y un poquito de información, pero no demasiada porque no es el mejor momento para eso. Si es un tumor de mejor pronóstico se lo digo y empiezo a explicarle los pasos que hay que seguir, como las pruebas que hacen faltan si necesitan una cirugía. Las pacientes tienen mucha información previa del cáncer de mama, le tienes que decir el tipo de tumor que, por suerte, la mayor parte, son pequeños y localizados, que hay que ir paso a paso, pero no sólo desde cirugía, sino desde los radiólogos, la cirugía plástica, los oncólogos o el oncólogo radioterapeuta; no sólo es una cosa de un servicio sino de un conjunto de personas que tratan esta enfermedad. También tenemos la psicooncóloga, se la ofrezco siempre a los pacientes, es una herramienta más que tenemos y ellas deciden; las que van están muy contentas.

—¿Qué porcentaje de las cirugías que hace son de cáncer de mama?
—No sabría decirlo pero operamos mucho cáncer de mama. Entre enero y agosto hemos intervenido a 51 pacientes pero eso no quiere decir que sean el total de diagnosticadas. Ha habido tres que se han enviado a Palma y otras dos o tres que tras el diagnóstico están en tratamiento previo con los oncólogos y luego las operaremos nosotros. Algunas se han diagnosticado, pero por ser muy mayores o por tumores poco agresivos en pacientes complicadas, no se han operado y han hecho tratamiento con los oncólogos. De esas 51 cirugías, once han sido mastectomías, de las que ocho se han hecho reconstrucciones mamaria. La mitad de las cirugías son oncoplastias y siempre se hacen incisiones de baja visibilidad.

—¿Detecta que ha ido creciendo el número de casos a lo largo de los años?
—Sí, un poquito. Tenemos más casos. Llevo muchos años recogiendo datos de cáncer de mama y estas cifras, las 51, son las que solíamos operar hace 15 años en un año y ahora nos quedan las cifras desde septiembre a diciembre. No se si es por el aumento de la población o realmente la incidencia, pero operamos más que hace 15 años.

—¿Influye ese aumento en la detección precoz?
—La detección precoz lleva funcionando desde hace años. Es verdad que hay más conciencia y las pacientes participan más en los programas, cuando las llamas suelen venir a hacerse una mamografía, aunque no todas, hay algunas que no quieren hacérsela pero tenemos un porcentaje de participación bastante alto. Normalmente, los problemas que tenemos es de localizar a las pacientes porque cambian de teléfono o de domicilio. Dentro de todo, con los datos globales de Balears, en Ibiza hay participación.

—¿Por qué se resisten a hacerse una mamografía?
—Supongo que es por miedo o porque es incómodo, no sé. Las mamografías sirven para detectar lesiones muy pequeñas que cuando nosotros las exploramos en la consulta ni siquiera las tocamos. Si son pequeñas son tumores de muy buen pronóstico pero si dejas que crezca no va a ser el mismo.

—¿Cuál ha sido la intervención más complicada de cáncer de mama?
—Hay algunas más complicadas, pero no por la mama sino que a veces hay que quitar los ganglios que son grandes y están muy pegados a venas o a estructuras que hay que respetar, puede ser más difícil. La cirugía más compleja que hacemos son la que hacemos con Plástica, las reconstrucciones mamarias, se hace la extirpación de la mama y la reconstrucción en la misma intervención. También, a veces son más complicadas las oncoplastia, un tipo de cirugía que quita el tumor y al mismo tiempo haces una serie de técnicas para que la mama no quede con deformidades y queden las cicatrices lo mejor posible, para que el resultado sea bueno desde el punto de vista del tumor y de cómo se ve la mujer.

—¿Qué ha supuesto poder hacer reconstrucciones mamarias en Ibiza?
—Básicamente no tener que enviar fuera a los pacientes. Este año hemos hecho ocho reconstrucciones inmediatas de mamas en Can Misses. Son cirugías largas, se ha de desplazar la familia, son mujeres jóvenes, con niños y no es lo mismo estar en Ibiza que desplazarse a Palma. Igual que con el ganglio centinela, las mujeres se tenían que desplazar fuera para esta técnica durante muchos años. Desde que lo tenemos aquí no hemos mandado a nadie, puede pasar que alguna vez la técnica que utilizamos esté contraindicada, no nos ha pasado, pero en ese caso lo mandaremos a Palma.

—¿Qué se envía a Palma?
—Las reconstrucciones inmediatas que necesitan microcirugía o las cirugías más complicadas que necesitan una mastectomía y que haya un cirujano torácico porque hay que quitar ganglios que están detrás de las costillas, son más complicadas pero eso no es lo habitual.

—¿Qué le dicen las mujeres que se han sometido a reconstrucciones mamarias en Ibiza?
—Normalmente están contentas. No siempre en todas las mastectomías se le puede hacer la reconstrucción por diferentes motivos: por la edad, por otras enfermedades o porque tiene otro tumor y no se puede reconstruir en el momento. Suelen tener mejor resultado una reconstrucción inmediata.

—¿El cáncer de mama es exclusivo de mujeres?
—No, un 1% es de hombres, está estadísticamente demostrado. Hemos operado a hombres con cáncer de mama y se cumple la estadística. Este año no hemos tenido ninguno pero el pasado sí.

—¿Cuántas mujeres ha operado de cáncer de mama desde que es cirujana en Can Misses?
—Muchas, no sabría decirle porque llevo 20 años en Ibiza. Hubo una época larga en la que no había ganglio centinela y que sólo hacíamos las cirugías en las que había que extirpar todos los ganglios de la axila o las mastectomías sin reconstrucción. Hicimos menos cirugía, pero no sé, muchas.

—¿Son suficientes los medios o se necesitan más ?
—Hemos pedido un marcador especifico para marcar los tumores que no se tocan, que permite a los radiólogos poner el marcador antes de la cirugía cuando les vaya bien. Con el método tradicional hay que poner el marcador en el momento de la cirugía, esa misma mañana. También poder hacer biopsias por estereotaxia, una técnica de Rayos, son biopsias que sólo se pueden hacer por mamografías y se tienen que enviar a Palma.

—El programa de detección precoz del cáncer de mama ofrece mamografías preventivas a mujeres que han cumplido los 50 años . ¿Deberían hacerse antes de los 50?
—Es un tema de cada comunidad, algunas comienzan antes pero acaban antes. Cada uno exige el programa que va mejor. De las 51 pacientes operadas, por debajo de esa edad hay 13.

—¿Qué es más efectivo la mamografía o la autoexploración?
—Las dos son necesarias, pero la prueba de imagen detecta tumores que la autoexploración no o puntitos de calcio que suelen ser la manifestación de un tumor. Es más sensible la mamografía pero es verdad que no detecta el 100% de los tumores, para eso no hay ninguna técnica.

—¿Debería de aumentar la investigación del cáncer de mama?
—Es siempre bienvenido el dinero que se dedica a la investigación. Ha habido muchos avances en cáncer de mama. Hay unos marcadores concretos que antes no se conocían y ha cambiado mucho el pronóstico en algún cáncer concreto. Hay muchas cosas que se están empezando a aplicar, como los estudios genéticos del cáncer y eso hace 40 años que no se podía hacer.

—Ayer fue el Día Mundial contra el Cáncer de Mama. ¿Qué mensaje quiere transmitir a las mujeres por esta celebración?
—Que se hagan sus controles, que si se notan algo que vayan a su médico de primaria y que la mayoría de las veces no es nada importante. Hay muchas veces que cuando se hace una mamografía en el programa de detección precoz llamamos desde el hospital para hacer una segunda exploración, pero eso no quiere decir que no sea nada malo sino simplemente que hay que comprobar otras técnicas, que no se asusten si las llaman.