Dos buses, ayer por la mañana, en la avenida Isidor Macabich. | DANIEL ESPINOSA

Algunas de las líneas de transporte regular que antes paraban en el centro de Vila y ahora van directamente a la estación de autobuses ubicada en el Cetis, han perdido viajeros esta temporada respecto a la pasada.

Así lo refleja la comparativa entre 2018 y el año presente. Por ejemplo, la línea 11 de Eivissa a ses Salines con parada en Sant Jordi ha sufrido un descenso de pasajeros; ha pasado de 8.515 en mayo de 2018 a 6.179 en mayo de este año, de 15.843 a 10.407 en junio, de 20.844 a 10.272 en julio y de 22.917 a 10.942 en agosto.

La línea 15, con recorrido Eivissa-Jesús-Cala Llonga, ha perdido 616 viajes en mayo, 896 en junio, 1.991 en julio y 1.768 en el mes de agosto.

La línea 25, con ruta Eivissa-Santa Gertrudis-Sant Miquel, ha pasado de los 388 pasajeros en mayo de 2018 a los 172 en el mismo mes de este año; en junio ha perdido 64 viajeros, 55 en julio y 40 en agosto.

Por otro lado, sí que hay líneas en las que ha habido un repunte en el número de pasajeros, pero estas no tenían parada en el centro de la ciudad. Entre ellas está la 8 (Sant Antoni-Sant Josep-Eivissa), 20A (Eivissa-Sant Llorenç-Sant Joan-Portinatx) y la línea 10 (Eivissa-aeropuerto), entre otras.

Por su parte, Javier Torres, conseller de Transports, indicó que el descenso de usuarios en algunas líneas es consecuencia de las «condiciones» que impuso Vila cuando abrió el Cetis. «A la gente le supone un engorro el hecho de tener que ir a un extremo de la ciudad cuando se supone que una estación de autobús tiene que estar lo más céntrica posible», subrayó.

En este sentido, explicó que cuando el Ayuntamiento diseñó el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) «dibujaron el Cetis como si fuera el centro de la ciudad y la periferia el resto», dijo. «No sé qué diseño están pretendiendo hacer de la ciudad porque están dejando a la Marina de lado», añadió.

De este modo, Torres reiteró que el Consell está en negociaciones con el Ayuntamiento para conseguir que algunas líneas, al menos las principales, puedan parar en el centro. «En las reuniones que hemos tenido con otros ayuntamientos, por ejemplo con el de Sant Joan, nos ha solicitado que la línea de Sant Joan o Sant Miquel lleguen al centro porque tienen un mayor porcentaje de personas mayores», recordó.

Sin embargo, Aitor Morrás, concejal de Mobilitat, negó estas afirmaciones al decir que «las líneas que más volumen de pasajeros mueven sí que pasan por el centro de Ibiza».

Aun así, argumentó que se quiere llegar a un acuerdo con el Consell para poner en funcionamiento tres o cuatro líneas circulares para que cuando la gente llegue al Cetis pueda ir al centro de la ciudad sin pagar transbordo. «De momento no ha sido posible porque, al estar las concesiones en prórroga, no se pueden modificar ni crear nuevas líneas», matizó.

Lo que sí que se plantean desde el Ayuntamiento es modificar alguna de las líneas actuales -se está valorando cuáles- para que hagan el recorrido urbano.

Por otra parte, Morrás señaló que Vila quiere asumir el transporte del municipio y tener sus propias líneas, pero «hay que ver la viabilidad económica». Se trataría de un servicio municipal que está sujeto a una «licitación europea que puede tardar hasta dos años».

El concejal de Mobilitat también recriminó al Consell que no está controlando el funcionamiento de algunas líneas porque, según dijo, están entrando en el centro más de las permitidas. «Los autobuses en el centro congestionan la ciudad. Se está haciendo una estación de facto en la zona de los juzgados donde, a veces, hay hasta seis autobuses en doble fila. Es una situación que no se puede sostener porque, además, son autobuses obsoletos que contaminan», recalcó.

Diferencias entre instituciones
Para el conseller de Transports, el diseño de la estación de autobuses ha sido «garrafal» ya que «la imposición de que prácticamente todas las líneas tengan que ir allí, supone un problema para la movilidad».

En esta línea, no dudó en criticar las palabras de Morras ya que, a su parecer, no puede decir que los autobuses congestionan la ciudad «cuando se supone que si coges el bus no coges el coche particular». Torres recordó también que Unidas Podemos se presentó a las elecciones municipales diciendo que «querían recuperar las paradas del centro de la ciudad»; una promesa que no es viable para el Ayuntamiento.

A juicio de Morrás, hay que cambiar las costumbres. «Hay que ver también cómo influye la parada de los juzgados; de ahí para arriba hay menos actividad económica en los establecimientos», lamentó. También dijo que en Vila se le está dando mucho bombo a lo de no parar en el centro cuando en Sant Antoni o en Santa Eulària nadie se queja de tener que ir desde el puerto a la estación andando. «La distancia es la misma que desde el Cetis al centro, que son unos 800 metros, no 1,5 kilómetros como dicen», concluyó.