Aníbal García. | DANIEL ESPINOSA

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Aníbal García regresó a casa tras el paso del tornado y al llegar se encontró con «un escenario que parecía una guerra. Las terrazas estaban destrozadas y la fachada presentaba numerosos daños por el impacto de muebles, macetas y otros objetos. Es algo parecido a la huella que deja la metralla», advirtió este vecino de Cala Gració.