Un coche de la Policía Nacional en Ibiza. | Archivo - Periódico de Ibiza y Formentera

Sustracción tras sustracción hasta hacerse con una suma de dinero que superó los 30.000 euros. Así actuó hasta en 27 ocasiones un individuo que aprovechaba su trabajo en el servicio de mantenimiento de los cajeros automáticos de una entidad bancaria para ir amasando su botín antes de su detención por agentes de la Policía Nacional.

El arresto se produjo el miércoles tras la investigación abierta a raíz de la denuncia puesta por la interventora de una de las oficinas afectadas.

Según informaron ayer fuentes policiales, las sustracciones las realizó entre los meses de abril y septiembre.

La cadena de robos arrancó cuando todavía no habían pasado dos meses desde la anterior detención del mismo individuo por una serie de robos similares ejecutados en febrero. En esa ocasión la investigación le relacionó con la sustracción de 9.800 euros.

El detenido trabajaba como técnico para una empresa de seguridad privada que prestaba el servicio de mantenimiento y recaudación de fondos a diferentes entidades.

Reincidente

El delincuente reincidente aprovechaba los conocimientos técnicos sobre el funcionamiento de los cajeros -conocía las claves de seguridad- y el hecho de poseer copias de llaves físicas para hacerse con el botín.

Tras la denuncia presentada por los descuadres de caja que presentaba una oficina, los investigadores advirtieron que el modus operandi era el mismo que el utilizado meses atrás. Las investigaciones realizadas confirmaron que se trataba del mismo hombre.

A primera hora del miércoles la Policía Nacional desplegó un operativo que concluyó con la detención del sospechoso. Durante el registro domiciliario los agentes intervinieron diversos efectos usados para los robos y recuperaron el dinero sustraído.