Las altas temperaturas reventaron varias cristaleras cuando los vecinos ya habían sido desalojados (I) por un incendio que arrasó el taller de costura de Tony Bonet. | Marcelo Sastre

«Fue una pesadilla. Los policías y los bomberos actuaron muy bien y llegaron rápidamente, pero coincidiendo con el desalojo se produjo una explosión y en esos momentos lo pasamos realmente mal. Tras la explosión las cristaleras salieron por el aire y se produjo una gran llamarada». Así recorcaba ayer Gimena Maciocio los momentos de tensión vividos la madrugada del domingo junto a los vecinos del número 5 de la calle Fray Vicente Nicolás, en pleno corazón de Vila.

«Fue como una pesadilla porque además, en la tercera planta, quedó una vecina que tiene problemas auditivos y no escuchó las advertencias de los agentes», señaló Gimena, quien añadió que «afortunadamente las llamas no fueron más allá de la segunda planta».

Ayer por la mañana, 24 horas después del aparatoso incendio que calcinó el taller de costura localizado en la primera planta del inmueble, los vecinos digerían el sobresalto. Algunos de ellos tuvieron palabras de ánimo y apoyo para el diseñador de moda Adlib, Tony Bonet, el gran afectado por el devastador fuego y que a media mañana acudió junto a unos técnicos a la vivienda para valorar el alcance del desastre.

Impactado

Tony Bonet aseguró estar «impactado» por el incendio pero hizo hincapié en que «por lo menos, no ha habido daños personales».

Bonet todavía desconoce las pérdidas materiales, aunque sí confirmó que el fuego calcinó «cinco o seis máquinas de coser, los maniquíes de patronaje y la mesa de corte, así como todas las telas y las puntillas».

Tony Bonet, quien agradeció el apoyo de «cientos de personas» que le llamaron tras conocerse el siniestro, recalcó que «todo lo que sean daños materiales tiene arreglo, pero el susto y el inconveniente para los vecinos preocupa bastante».

El incendio supuso «una pesadilla» para la treintena de vecinos que fueron sacados de sus casas a la carrera ante la amenaza del fuego y el denso humo. El incendio seguirá siendo «un quebranto» para parte de ellos, ya que las siete viviendas del mismo bloque que la siniestrada se han quedado sin suministro eléctrico ni agua, según advirtió Adán Pego, vecino de la finca. De hecho, ayer por la mañana los técnicos inspeccionaban la sala de contadores y analizaba las posibles alternativas para subsanar los desperfectos.

La falta de suministro eléctrico supone un contratiempo importante para los afectados y entre los vecinos surgieron alternativas como suministrar servicio «tirando de alargaderas eléctricas» o guardando en sus neveras los alimentos perecederos de los otros vecinos afectados.