Sant Carles ha homenajeado este viernes a sus mayores. | PERIÓDICO DE IBIZA Y FORMENTERA / LAURA AMORES

Alrededor de 300 personas acudieron ayer a la fiesta para los mayores del pueblo de Sant Carles, enmarcada dentro de sus fiestas patronales.

La jornada comenzó a las 11.00 horas con una misa solemne de Tots Sants, oficiada por el párroco del pueblo. El Coro Parroquial de Sant Carles acompañó la ceremonia comenzando con la canción Cantata 147 Bach.

Un total de 240 mayores fueron homenajeados aunque no todos pudieron asistir. Durante la misa se les hizo un regalo de un clavel a cada uno de ellos.

A continuación, a las 12.00 horas, Sa Colla de Sant Carles realizó una exhibición de ball pagès en la plaza de la iglesia. Seguidamente, tuvo lugar la actuación, como grupo invitado, de la Agrupación Cultural A Marola de Mera, de la Coruña.

Posteriormente, hubo bebidas y orelletes para todos y a los mayores se les hizo entrega de una ensaimada.

Entre los asistentes se pudieron ver a algunos representantes políticos, como la alcaldesa del municipio, Carmen Ferrer; la segunda teniente de alcalde, Antonia picó; el concejal Miguel Tur Rubio; el concejal Vicent Torres ‘Benet’; y el concejal Juan Carlos Roselló, entre otros. El concejal Roselló, explicó que ésta «es una fiesta en homenaje a todos los mayores de 80 años».

Vicente Marí de 91 años, vecino de la iglesia, recordó «todo el trabajo realizado» durante su vida en el pueblo, donde se ha dedicado «exclusivamente al campo».

Alguno con los 80 años recién cumplidos, como Jaime Guasch, «carpintero y cocinero», indicó que le parece «muy bien que se haga este homenaje a los residentes del pueblo».

«Vengo desde hace bastante, incluso, antes de tener los 80 años acompañando a mi marido porque me parece una fiesta muy bonita para los mayores», señaló María Marí de 82 años.

«Es un día que le gusta al pueblo», precisó Josefa Torres de 85 años, que acude «desde hace tiempo con su consuegra de 91 años».

El día festivo transcurrió con normalidad y todos los presentes, homenajeados o no, disfrutaron de la música, la compañía y los dulces.