Trabajadores de Can Misses valoran negativamente su retirada.

La Inspección de la Conselleria de Salut del Govern balear ha retirado, por primera vez, las camillas de los pasillos del Servicio de Urgencias del Hospital Can Misses. Salut ha tomado esta decisión tras considerar que los pasillos «no son áreas asistenciales» para situar las camillas, según explicó el Área de Salud de Ibiza y Formentera.

En total, se han retirado nueve camillas, según el Área de Salud, que se utilizarán en caso de que la capacidad de Urgencias sea insuficiente para acoger a todos los enfermos ingresados y cuando sea estrictamente necesario. «El objetivo es proporcionar mayor comodidad y privacidad a los pacientes, que ingresarán en una cama en boxes y no en una camilla en los pasillos», señaló un portavoz del Área de Salud.

El sistema de camillas en los pasillos se trata de una herencia del antiguo hospital para los procesos de observación. Por ello, las críticas por la renuncia de este legado no se han hecho esperar.

Trabajadores de Urgencias consultados por Periódico de Ibiza y Formentera valoran negativamente que se guarden las camillas después de utilizarlas sin problemas. «No comprendemos cómo puede ser que lleven cuatro años en el nuevo hospital y ahora decidan quitarlas. Estamos disgustados. Nueve camillas hacen mucho», comentan tras preguntarse qué pasará cuando los boxes estén ocupados.

Can Misses ha puesto en marcha un protocolo para que los celadores actúen coordinadamente ante la necesidad de utilizar las camillas guardadas. Los sanitarios preguntados piensan que todo ello va en detrimento de un buen servicio. «Así no podemos tratar tan bien a los pacientes. No podemos estar subiendo y bajando hasta el hospital viejo para trasladar las camillas. En el pasillo no molestan».

Urgencias cuenta con 36 espacios para pacientes. De estos, un total de 11 camas son para las personas en estado crítico, 15 para los que no están críticos y 10 sillones para los procesos de observación, según el Área de Salud. Los sanitarios consultados consideran que el total de camas y sillones, tras la retirada de las camillas de los pasillos, no son suficientes para responder a la demanda diaria de enfermos.