Unas 1.100 personas de todas las edades participaron ayer en una nueva edición de esta jornada festiva pensada para fomentar el uso de este vehículo. | DANIEL ESPINOSA

Un año más la bicicleta volvió a demostrar su buena salud en el Día del Pedal que organiza desde hace ya treinta y tres ediciones el Ayuntamiento de Ibiza. En total 1.095 personas de todas las edades acudieron hasta la Plaza Antoni Albert i Nieto y se animaron a subirse a este vehículo de dos ruedas totalmente ecológico desafiando al intenso viento que durante toda la jornada sopló con fuerza. «Casi nos tira al suelo viniendo para aquí pero como nos encanta montar en bicicleta, tenemos muchos amigos y el año pasado nos lo pasamos tan bien, este año hemos convencido a nuestros padres para que nos dejen repetir», aseguraba ayer Pau, mientras esperaba junto a sus amigos Ginés, Marco y Tomeu en la primera línea de la ruta para mayores de 13 kilómetros.

Sus declaraciones son el claro ejemplo de lo que se ha convertido el Día del Pedal, una jornada festiva y divertida que es muy esperada por una amplia mayoría de los residentes en la ciudad de Ibiza e incluso otros municipios. Este era el caso, por ejemplo, de Pep, quien no había dudado en cargar un año más las bicicletas pequeñas de sus pequeños Agnès, María y Mateu, de cinco, siete y nueve años respectivamente, en su coche y venir desde la zona de Sant Rafel. «A mi desde que era bien pequeño siempre me ha encantado montar en bicicleta junto a mi padre y ahora como yo quiero transmitírselo a mis hijos creo que esta actividad, donde se recorre parte de Ibiza sin ningún peligro, es una magnífica idea».

El Ayuntamiento de Ibiza organiza esta actividad para fomentar el uso de la bicicleta. Para algunos de los participantes, como es el caso de Paolo, un italiano de Modena que vive en la isla desde hace una década, es el medio de transporte del futuro «porque es fácil de conducir, es ecológico y además se hace ejercicio cuando se practica». Sin embargo, a su lado, Carlota, dentro de su mismo grupo de amigos, también aprovechó para soltar una reivindicación. «Sería aún más genial si se potenciaran más los carriles bicis en la ciudad y en distintas partes de la isla, como Jesús, que se corta en la rotonda de Puig d’en Valls». Esta granadina también pidió «más aparcamientos y un servicio público de bicicletas con muchas más lugares para poder dejarlas y compartirlas con otros vecinos».

Tres recorridos

Como suele ser habitual se organizaron varios recorridos para todas las edades. Tras inscribirse a partir de las 09.30 horas y recoger una camiseta roja, fucsia o blanca, todo comenzó a funcionar en torno a las 11.00 horas

A esa hora se dio la salida a los participantes del recorrido largo de 13 kilómetros, pensado para mayores de 12 años que llevaran camiseta roja. Participaron 655 personas que circularon entre risas y sin ninguna prisa ni afán competitivo por calles céntricas de la ciudad como Bisbe Abad i Lasierra, la Avenida Ignasi Wallis, el Passeig Joan Carles I, la Avinguda Vuit d’Agost o la calle Bartomeu Rosselló. Y entre los presentes varios representantes del Ayuntamiento de Ibiza como Elena López, Pep Tur, Jordi Salewski o Aitor Morrás.

Un cuarto de hora después y casi sin tiempo para preparase comenzó el segundo recorrido. En este caso vestidos con camiseta blanca 365 jóvenes ciclistas de entre 8 y 11 años juntos a sus respectivos acompañantes recorrieron un circuito urbano de 6 kilómetros por algunas de las mismas calles.

Finalmente, a las 11.30 horas llegó uno de los momentos más esperados de la jornada, la carrera ciclista de unos 800 metros por los alrededores del Boulevard Abel Matutes para niños y niñas de entre 4 y 5 años. Con sus triciclos, sus bicis con ruedines o simplemente empujándose con los pies, Andrea, Mireia, Emma, Lucia, Daniel, Mario, Martina, Andrea o Dani y su hermano Pelayo, dejaron las imágenes más entrañables de la jornada para los fotógrafos de prensa, cámaras de televisión y los teléfonos móviles de sus padres. Y de paso, teniendo en cuenta que circularon 75, demostraron que el futuro de la bicicleta parece asegurado.