Inicio de las obras de la UA27.

El Ayuntamiento de Vila ha iniciado, esta semana, el proyecto de rehabilitación de la UA 27, en el barrio de sa Penya, con el objetivo de convertir las 44 infraviviendas actuales en 11 viviendas sociales en régimen de alquiler.

Según explicó ayer Pep Tur, concejal de Patrimoni, los trabajos, que se alargarán año y medio, han comenzado delimitando la zona de obras y con el derribo del muro que se construyó para evitar que dichas infraviviendas fueran okupadas.

En este sentido, Tur señaló que aquellas personas que en su día habitaron estos pisos (unas 20 familias que fueron desalojadas en abril de 2016), ahora «están okupando casas privadas de calles cercanas». También subrayó que, desde la construcción del muro, nadie ha vivido en esas viviendas. «Ha habido procesos judiciales muy largos por el tema de las okupaciones y se ha estado pendiente hasta que se empezara la obra para que no hubiera nuevas okupaciones», insistió.

Una vez se retiren los escombros del interior del inmueble y del muro, se empezará a trabajar en el perímetro del edificio para conseguir recuperar la fachada original; un trabajo fundamental al estar en una zona patrimonial protegida. A juicio del concejal no es algo sencillo, por lo que quiso agradecer la labor de los cuatro técnicos municipales que redactaron el proyecto. «Creo que han hecho un trabajo magnífico porque no es fácil recuperar un edificio de esas características», menos aún con los materiales con los que están construidos los inmuebles de sa Penya.

Como consecuencia de estos trabajos se va a ver afectado el barrio de la Marina, desde donde se accederá a las obras. De hecho, el aparcamiento de sa Peixateria se convertirá, por unos meses, en la zona de carga y descarga de materiales. Por ello, Tur pidió ayer «paciencia y comprensión» a los vecinos porque «mejorar el barrio de sa Penya implica mejorar la Marina».

Asimismo, estos trabajos conllevan la rehabilitación y reurbanización de las dos calles que rodean la UA 27, calle Alt y Retir, con el soterramiento de todas las instalaciones y la habilitación de un equipamiento municipal. Se estima que los trabajos finalicen en un plazo de 18 meses y la UTE Construcciones y Desarrollo Tudmir y Patrimonio Inteligente (empresa ganadora de la licitación) cuenta con un presupuesto de 1.827.842 euros.

Las futuras viviendas, de entre 45 y 75 metros cuadrados, tendrán tres niveles: planta-sótano y dos alturas. Contarán con una o dos habitaciones con sala de estar, comedor y cocina. Además, se construirán siguiendo criterios de ahorro energético y tendrán los accesos por la calle Alt.

Por parte del Ayuntamiento se espera que la rehabilitación de esta zona, en la que llevan casi 30 años intentando lavar su imagen, «sea uno de los pasos definitivos para empezar a reintegrar un barrio histórico que ha estado décadas separado del resto de la ciudad».

Proyectos de futuro

En cuanto a la rehabilitación de la UA 2 y 3, también en sa Penya, no hay novedades. Según recordó el concejal de Patrimoni, «primero dijimos de centrarnos en la UA 27 y, una vez se estuviera trabajando ya en este proyecto, comenzaríamos a concentrarnos en la UA 2 y 3, que es la otra propiedad municipal que nos queda en el barrio».

Tur indicó que esta zona tuvo un problema con la Comisión Insular de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Patrimonio Histórico d’Eivissa (Ciotupha) porque «viene de un proyecto de Raimon Torres, de hace muchos años, que tenía un problema de alineaciones. Esperamos solucionarlo y empezar a pensar en su rehabilitación», recalcó.

Torres fue un arquitecto reconocido en las Pitiusas por impulsar el Plan Especial para la Reforma Interior (Pepri) de sa Penya, entre otros, hace casi dos décadas. En el caso de la UA 2 y 3, el arquitecto había previsto la construcción de un centro cívico, «pero ahora nos tenemos que centrar en ver qué necesidades puede tener el barrio», destacó Tur, quien recordó que, en esta zona, sí que hay una vivienda okupada que está en procedimiento judicial.

Estas viviendas municipales y las de la UA 27 no son las únicas que hay en el barrio de sa Penya, hay cinco más que se rehabilitarán, según precisó Tur, y se destinarán a Serveis Socials para emergencias sociales.

Cabe recordar que, en agosto del año pasado, Vila firmó un convenio con el Ib-Salut para ceder, de forma gratuita, hasta un total de siete viviendas municipales situadas en los barrios de Dalt Vila y sa Penya para que el acceso a la vivienda no fuera una traba para los profesionales del sector sanitario.

Sin embargo, el concejal especificó que las del barrio de sa Penya, al no haber sido utilizadas para este fin, «irán a vivienda social».