La imponente silueta del Juan Carlos I sobresale desde el viernes en el dique de es Botafoc. El mayor buque de guerra construido en España tiene una eslora de 231 metros, una capacidad de carga de 5.440 metros cuadrados -distribuidos en tres cubiertas- y puede llegar a alojar 1.435 personas. A los 247 efectivos de dotación se suman los más de 500 miembros de la Infantería de Marina, los pilotos y tripulación de la Unidad Aérea, los US Marine y el Estado Mayor. Todos conforman una ‘pequeña’ comunidad flotante. 1.435 historias personales llegadas desde todos los rincones de España y también de allende los mares.
Muchos de ellos ya acumulan una veintena de días lejos de casa. El cabo Guillermo Álvarez es uno de ellos. Ha participado en misiones en Bosnia, Haití o Líbano, operativo que plasmó con el equipo de fotografía que le acompaña desde entonces. Fue en 2006 y allí también estuvo el comandante Ángel Muiño. «En cuestión de días nos activaron y estuvimos dos meses». La Infantería de Marina es la avanzadilla que prepara el terreno hasta que llega el relevo.
El Juan Carlos I es un buque multipropósito que proporciona una gran capacidad anfibia y aeronaval, así como de transporte estratégico y asistencia humanitaria. El comandante Bellido destaca las capacidades del buque insignia de Armada Española, portaaeronaves que alberga a helicópteros como los AB212 o los Cheenok, aviones Harrier o los V-22 Osprey, un híbrido, un convertiplano que transporta a los US Marine embarcados estos días en Balearex19. Todos conviven en esta ciudad flotante que ha albergado hasta una salida de la Vuelta Ciclista a España. Fue en 2014 y la serpiente multicolor salió por uno de los portones por donde parten las lanchas semirrígidas ‘Supercats’ desde el hangar. Un maillot con la dedicatoria del campeón Alejandro Valverde recuerda la efeméride. En la popa de esa cubierta se encuentra el dique inundable con las cuatro lanchas de desembarco LCM. El día D -el viernes 15-, con las primeras luces del día, un equipo de Periódico de Ibiza desembarcó en Platja d’en Bossa junto a la OMP de Infantería de Marina, la avanzadilla que comprobó y preparó el escenario del posterior despliegue de fuerzas anfibias que simbólicamente tomaron Ibiza.
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