La madre de Vanessa Patricio, Cati Escandell, en la concentración de ayer en Madrid.

Familiares de víctimas de «violencia vial» se concentraron ayer domingo, Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico, en la Plaza Callao de Madrid, para exigir justicia y recordar a sus familiares, que perdieron la vida por culpa de conductores ebrios o drogados. En concreto, estas familias exigen un aumento de las penas de cárcel para aquellos conductores que, habiendo bebido o consumido algún tipo de droga, han sido responsables de la muerte de otras.

Además de un endurecimiento de las penas, piden la incorporación obligatoria de dispositivos anti-alcohol en los nuevos vehículos que salgan al mercado. Ambas reclamaciones fueron materializadas en distintas peticiones a través de Change.org que llegaron a remitir a distintas instituciones parlamentarias, llegando a obtener centenares de miles de apoyos. El acto fue organizado por las familias de cinco víctimas de este tipo de casos, entre ellos, los ibicencos Daniel Viñals y Vanessa Patricio.

Viñals iba en bici cuando falleció el 29 de abril de 2017 tras resultar atropellado por un conductor que dio positivo en alcohol, cocaína y metanfetamina, y que se dio a la fuga tras el accidente. El suceso tuvo lugar en Ibiza, en la carretera de Sant Josep. Viñals tenía 34 años. Vanessa Patricio tenía 32 años cuando falleció arrollada por un vechículo cuyo conductor dio positivo en cocaína. El suceso tuvo lugar en el vial de servicio de la carretera del aeropuerto de Ibiza el 9 de febrero de 2017.