Guillermo Turner Stephens.

Ibiza se volcó ayer para dar el último adiós a Guillermo Turner Stephens, fallecido el 29 de noviembre a los 79 años de edad. Primero, el tanatorio de Santa Eulària se quedó pequeño y, luego, el Cementerio nuevo de Ibiza, donde ya descansan sus restos junto a los de su madre.

Turner, inglés pero afincado en España y en Ibiza desde hace décadas, era una persona muy querida en la isla. Profesor de inglés, conocido por su particular y divertida forma de dar las clases y por ser el creador de algunas de las esculturas de las fallas durante los años 70. Una vez que se jubiló, se convirtió en uno de los miembros más activos de la Asociación de Vecinos de Es Clot, el barrio donde residía en la ciudad de Ibiza.

Según explicó ayer el presidente de la asociación a Periódico de Ibiza y Formentera, Pepe Pérez, su pérdida ha supuesto un duro golpe para los vecinos de la zona. «Estamos desolados porque Guillermo fue muy importante para nosotros, como vecino y como persona, y porque hasta el último día, antes de que le diera el infarto, siguió viniendo puntualmente todas las tardes a la peluquería para tomar café y charlar sobre todo tipo de temas mientras nos echábamos unas risas».

En este sentido, Pérez resaltó su calidad humana y como profesor aficionado de fotografía: «Fue todo un maestro para todos los que formamos parte del club de fotógrafos de Es Clot, porque tenía un ojo y una capacidad para captar los retratos y los bodegones que casi nadie tiene». Lo plasmó, siendo el fotógrafo oficial de la asociación, en «miles de fotografías sobre bailes, actividades y el Entierro de la Sardina».