Declaraciones del sargento de la Guardia Civil, Ismael Moreno.

«La mar estaba muy brava y hubo un momento en que no veía al hombre por las olas y la oscuridad, pero entonces escuché un grito de ‘¡socorro!’ Nadé unos metros más y di con él. El hombre estaba completamente derrotado. Me dijo que se ahogaba, que ya no sentía las piernas por la hipotermia, pero le tranquilicé y le aseguré que de allí saldríamos los dos con vida. Estábamos a unos cien metros de la playa y nos guiamos por las luces y linternas de los compañeros. Llegó otro momento de crisis porque el hombre había tragado mucha agua. Seguimos nadando y entonces llegó el compañero (Gonzalo) Pierre. Nos vino como agua de mayo porque ahí ya estábamos rendidos los dos». Así recordaba ayer el sargento Ismael Moreno el rescate vital realizado apenas 18 horas antes en Cala Tarida. «La situación era de vida o muerte, pero entendí que mi deber era ir en su auxilio», subrayó Moreno en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera y TEF-Televisió.

Los hechos se desencadenaron en torno a las 17.00 horas cuando dos amigos se encontraban pescando en un punto de Cala Tarida. A uno de ellos se le cayó una de las cañas y al tratar de recuperarla recibió el impacto de un golpe de mar. Hacía mala mar y en cuestión de segundos el hombre, un canario afincado en la isla, fue arrastrado mar adentro.

«El hombre estaba derrotado y ya no sentía las piernas, pero le aseguré que saldríamos vivos»

El sargento Ismael Moreno (D), saluda a Gonzalo Pierre (I), guardia que le ayudó en el tramo final del rescate vital en Cala Tarida. Foto: Daniel Espinosa.

Rescate in extremis

El compañero de la tarde de pesca alertó al 112. El sargento y su compañero Gonzalo Pierre estaban patrullando y al oír el aviso se dirigieron hacia el escenario del incidente. En la zona ya se encontraban agentes de la Policía Local de Sant Josep. «La noche empezaba a caer y el hombre ya estaba a unos sesenta metros de la costa. Su compañero nos dijo que ya llevaba un buen rato en el mar. Se había reclamado la asistencia aérea y marítima, pero el margen de maniobra era mínimo. Me quité la ropa, busqué un sitio por donde bajar al gua y me lancé en su auxilio», relató Moreno, de 44 años, natural de Sevilla y guardia civil desde hace 26.

El sargento del Puesto Principal de ses Païsses recuerda que fue una experiencia durísima, pero vital. La operación rescate se prolongó durante más de una hora. En la costa, los agentes de la Usecico y otras patrullas señalizaban el punto de retorno con las linternas y las luces de los vehículos.

Tras tocar tierra, la víctima y el sargento Moreno fueron evacuados por los servicios de urgencias. «Sufrí algo de hipotermia, pero lo fundamental es que los dos lo podemos contar», resaltó el guardia que ayer por la mañana visitó al otro protagonista de este rescate extremo y vital en Cala Tarida. El vecino de Santa Eulària permanecía ayer ingresado en la UCI de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario pero su estado era estable.