Víctor Torres, Vicent Marí y María Fajarnés durante la presentación de las cuentas públicas de 2020. | DANIEL ESPINOSA

El Consell d’Eivissa presentó ayer sus cuentas para el ejercicio 2020, en ellas se contempla una reducción de un 17 por ciento con respecto al año anterior, al pasar de los cerca de 108 millones de euros en 2019 a los más de 89 millones de euros previstos para el año venidero.

A la presentación de los presupuestos en el Consell, acudieron el conseller de Innovación, Javier Torres, la consellera de Economía, María Fajarnés, y el presidente del Consell, Vicent Marí.

La partida que se lleva una mayor dotación es la de desarrollo social y cultural, un 46 por ciento (41,5 millones de euros), seguida de la de turismo y gestión del territorio con cerca de un 38 por ciento (33,6) y por último la de desarrollo económico y transparencia con cerca de un 16 por ciento (14,3).

«No hipotecar el futuro»

Torres aseguró que estas cuentas suponen «un punto de inflexión», ya que a su juicio son «realmente sociales y ejecutables». Según el responsable de Innovación, los anteriores presupuestos «contaban con dinero que no se tenía y arriesgaban el futuro de la institución».

En esa misma línea, apuntó la titular de Economía que señaló que las cuentas presentadas «ponen orden y no hipotecan el futuro de las cuentas públicas». «El Consell se ha visto obligado a reestructurar los presupuestos porque antes había grados de ejecución de entre un 40 y un 50 por ciento», recalcó Fajarnés.

La encargada de las cuentas remarcó tres factores que marcan el «decrecimiento», entre ellos se encuentran la reducción de las transferencias del Govern (de 60 millones de euros pasan a 58), la no contemplación del convenio de carreteras (4,5) o los fondos estatutarios (4,6) y el descuento de los ingresos previstos por el impuesto de turismo sostenible.

Por su parte, Vicent Marí añadió que se trata de unos presupuestos «ajustados a la realidad insular, con equilibrio y estabilidad presupuestaria» porque «los ingresos son los que son y con un escenario de ralentización económica, hace que los ingresos que recibirá el Consell se hayan visto reducidos este año».

«El presupuesto de gastos, como consecuencia de los ingresos, tiene dos ejes fundamentales, uno es la atención a las personas. El capítulo de los servicios sociales que se prestan a las personas más necesitadas crece. Por otra parte, todo el esfuerzo inversor del Consell se canaliza a través de los ayuntamientos para que los municipios establezcan sus prioridades y el Consell estará a su lado para ayudarles en todas aquellas inversiones necesarias para los ciudadanos de cada uno», indicó el presidente de la institución.

EL APUNTE

Remanente de cerca de 30 millones de € de 2018 y 2019

A causa de lo que el actual Consell calificó como «baja ejecución» de los dos anteriores presupuestos, el actual ejecutivo insular dispone, según las primeras estimaciones, de alrededor de 30 millones de euros acumulados. Según explicó Marí, de este remanente hay partes que se podrán emplear para lo que se califican como «inversiones financieramente sostenibles».

Algunos de los proyectos que el presidente del Consell apuntó como realizables dentro de este marco serían inversiones en «carreteras, mejoras en la eficiencia energética de algunas dependencias o para la cooperación municipal».

Algunas de las inversiones que sí están previstas dentro de este presupuesto son las mejoras en el Recinto de Ferias y Congresos de Ibiza (cerca de 700.000 euros); mejoras en el Hipódromo de Sant Rafel (668.000); la adaptación de los vestuarios para discapacitados y la reforma del pabellón de Es Raspallar (667.000); la adecuación del polideportivo de Sa Coma para convertirlo en un almacén para Patrimonio (548.000); la museización de Sa Caleta (182.000); la rehabilitación de edificios menores (170.000) o las mejoras en el Campament de Cala Jonda (57.000), entre otros.