Para la familia Grivé, «no hay Navidad sin belén construido por Serafín»

Desde hace más de una década, la familia Grivé muestra orgullosa su belén en su vivienda en sa Carroca. El creador es Serafín y sus mayores seguidores son sus hijos y nietos que, ya desde el mes de septiembre, le preguntan cuándo empezará con la tradición navideña.

Este vecino de sa Carroca necesita solo unos 15 días para montar, construir e iluminar un belén que tiene cerca de diez metros cuadrados. Utiliza una habitación entera para desplegar en ella el pesebre, una veintena de casitas ibicencas, torres, pozos y mercadillo, entre otros escenarios, todo hecho a mano, y más de 200 figuras.

La afición de Serafín por los belenes empezó a la edad de 11 años, una costumbre que le viene de sus padres y que confía en que sus nietos sigan. Sus hijos ya lo hacen.

Este año Grivé ha incluido novedades: casetas varadero, torres y el mercadillo, todo siempre con estilo ibicenco. El año pasado hizo una recreación del poblado fortificado de Balàfia y en el 2017 de ses Feixes.

«Cuando era niño utilizaba cajas de cartón para montar los belenes; no teníamos otra cosa, ahora antes de montarlo hago fotografías de casas y pozos auténticos de Ibiza, veo los materiales que necesito y utilizo piedras, cemento y yeso. No uso plástico en ninguna de mis creaciones», declaró el expolítico orgulloso un año más de su creación.

Este simpático vecino abre cada año su belén al público: «Todos los años vienen a visitar el belén colegios, profesores y vecinos interesados en ver el resultado de esta tradición navideña, yo estoy encantado de enseñarlo a todo aquel que quiera visitarnos», recalcó Grivé. Y es que Serafín hace ya más de 10 años que muestra su belén por estas fechas.

«Mientras tenga salud y fuerza seguiré haciendo belenes e incluyendo novedades al mismo. Mi principal motivación es no perder esta tradición que opino es muy bonita y la verdadera esencia de la Navidad. Sin belén para nuestra familia no son realmente fechas navideñas», precisó Grivé, quien añadió que se acercó recientemente a las casetas navideñas del paseo Vara de Rey y vio mucha gente comprando figuras para sus belenes, lo que le supuso una gran satisfacción al ver que aún se mantiene esta tradición que considera «la verdadera esencia de estas fiestas».