El CEPA asegura que el edificio tiene afectación educativa en el PGOU. | MARCELO SASTRE

El inicio de las obras para habilitar parte de las instalaciones de la antigua escuela de sa Bodega y actual sede de l’Escola d’adults d’Eivissa i Formentera (CEPA) como punto temporal de personas sin techo, han hecho que el equipo directivo de este centro de enseñanza convoque para este jueves un claustro urgente. «Queremos explicarles cuál es el proyecto y cuales serán las consecuencias», explicó ayer Tomeu Planells, director del CEPA. «Una vez que tengamos una postura colectiva, escribiremos un manifiesto». A partir de ahí, Planells comentó que verán qué medidas adoptar.

Uno de los puntos a tratar en esta reunión, que se celebrará a partir de las 10 de la mañana en las instalaciones, será el uso que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) registra para el edificio. Según señalaron desde la escuela de adultos, «el PGOU marca que tenemos afectación educativa». Sin embargo, el Ayuntamiento de Eivissa, asegura que «tanto en el planeamiento urbanístico del 87 como en la revisión de 2016, la clasificación urbanística de este espacio es de equipamiento sin definir».

Asimismo, el pasado martes, la concejala de Benestar Social, Carmen Boned, indicó que el Ayuntamiento siempre ha hecho uso de este espacio y que «se habló en su momento con el director y está todo acordado».

Por su parte, Planells señaló que en este nuevo proyecto «hay tantos matices que invalidan lo previo».

El centro, que empezará a funcionar en enero, se abrirá por las noches para que la gente sin hogar pueda descansar y ducharse.