Gloria Santiago es muy aficionada a hacer videos en redes sociales comentando diferentes asuntos.

Los mandatarios de Podem Illes Balears que hoy forman parte del Govern balear, Juan Pedro Yllanes y Mae de la Concha, escogieron para formar parte de sus equipos en las consellerías que lideran a políticos de su formación que se habían quedado sin ocupación tras las elecciones autonómicas. No en todos los casos, pero sí en su gran mayoría. Prefirieron traer gente de fuera en lugar de buscar a quienes de entre su militancia en Balears pudieran contribuir a llevar a cabo una buena gestión política. Ni para jefes de gabinete consideraron que nadie de aquí estuviese a la altura.
Nada habría que decir al respecto si no fuese porque los políticos colocados en aquellos departamentos perciben 22.000 euros al año libres de polvo y paja, sin necesidad de justificar ningún gasto en absoluto. Y según apuntan informaciones periodísticas, algunos de ellos han trasladado su residencia familiar a Mallorca pero no han dejado de cobrar el controvertido plus que, por cierto, solo perciben los altos cargos del Govern.
Se comprende así que desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP) pongan el grito en el cielo y lamenten que seis políticos designados por Podemos cobren como plus para compensar la carestía de la residencia en Balears más que 160 agentes del Cuerpo Nacional de Policía. La injusticia es más que evidente y perseverar en la defensa de ella es un error de calado que una formación como Podemos, que se suponía regeneradora de la vida pública, no puede permitirse sin sufrir un gran menoscabo.
Lo más decepcionante ha resultado el silencio ensordecedor de Podem Eivissa. Los otrora combativos líderes de la formación que lidera Viviana de Sans, ahora callan. No han tardado algunos admiradores de la vicepresidenta del Parlament, Gloria Santiago, en reclamar uno de sus acerados vídeos comentando el escándalo. Y es que parece que de ella solo podemos esperar críticas a la oposición de la bancada derecha del Salón de las Cariatides. Los tiempos en que diputados de la formación morada como Aitor Morrás o Salva Aguilera lanzaban reproches y espoleaban a los consellers del Govern Armengol han pasado a mejor vida. La docilidad lanar es ahora la tónica. Es lo que tiene alcanzar el poder y convertirse en la casta, defendiendo incluso privilegios que tiempo atrás hubiesen resultado inaceptables..

Nos sobra el agua. Constatado el fracaso que ha supuesto la Cumbre del Clima de Madrid con respecto a las expectativas creadas, resulta descorazonador que en Balears se siga hablando de la emergencia climática únicamente en términos propagandísticos. Ni la ciudadanía en su conjunto ni las administraciones en general se toman en serio el problema. Ibiza padece tres problemas de enorme gravedad en materia medioambiental: la depuración de aguas, el tratamiento de residuos y la gestión del agua potable. Este periódico ha venido informando de que por más que se hicieron esfuerzos importantes durante la legislatura pasada por renovar las canalizaciones de agua potable, especialmente en el municipio de Sant Josep, las fugas siguen suponiendo un porcentaje inadmisible: el 30% del agua que recorre las tuberías de Ibiza se acaba perdiendo sin remedio.
¿Es este un problema que pueda solucionar el alcalde de Sant Josep y nuevo líder de los socialistas ibicencos, Josep Marí Ribas Agustinet? Evidentemente, no. Como tampoco puede solucionarlo el presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Marí.

Los asuntos medioambientales requieren de actuaciones a medio y largo plazo, con cuantiosas inversiones económicas que solo pueden acometerse con el compromiso del mayor número posible de fuerzas políticas, capaces de implicar a otras instituciones que también aporten recursos. Si no se hace así, será imposible revertir la solución en un plazo de tiempo razonable. Y es aquí donde le corresponde al Consell liderar las conversaciones para alcanzar un acuerdo amplio con el que hacer frente a este gran problema que sigue siendo, a pesar de los avances de los últimos años, la gestión del agua potable en la isla de Ibiza.