Isidor Marí presentó el martes en Palma ‘Poesia, llengua, país. Una mirada des d’Eivissa’.

Isidor Marí (Eivissa, 1949) es escritor, lingüista y cantautor. Ha sido profesor universitario, ha trabajado en la normalización lingüística, ha realizado numerosas investigaciones sobre literatura y cultura popular, ha presidido la Secció Filològica del IEC y ha sido miembro de Uc. El martes presentó en Palma Poesia, llengua, país. Una mirada des d’Eivissa (Lleonard Muntaner), donde a través de una selección de textos explica la recuperación de la lengua y la idea de país en Ibiza en los últimos 150 años a través de la poesía.

—En el libro hay muchísimas referencias al cancionero popular.
—A veces pensamos que estas canciones no tienen importancia, pero en ocasiones tienen una tradición increíble. Me refiero, por ejemplo, a una imagen de Bona nit, blanca roseta, la que dice «que enc que la mar tornàs tinta / i el cel de paper fos, / fossen els hòmens notaris / i de cada un n’hi hagués dos / no bastarien a escriure / ma vida, nostres amors». Esa misma imagen aparece en obras literarias medievales, en canciones populares de otros sitios y hasta en el Talmud. Es decir, estamos ante un tópico con unos orígenes antiquísimos.

—Es una imagen preciosa.
—En esta primera parte del libro presento los antecedentes de la recuperación de la lengua, la literatura y la idea de país y en las siguientes se aborda de forma más concreta. Me refiero a las trayectorias y obra de Vicenç Serra i Orvay, Isidor Macabich o al debate autonómico de la Segunda República en Ibiza.

—Me ha llamado la atención que los ibicencos quisieran vincularse a Catalunya para evitar el centralismo de Mallorca.
—Lo señaló el Diario de Ibiza en un editorial. Puede sorprender, pero en Menorca también tuvieron la misma idea. En política es común que se amenace con algo para conseguir otra cosa.

—Eivissa es periferia de la periferia, en los Països Catalans...
—Así es. En Ibiza se nota más que en ninguna otra isla el paso de lo que Gaston Vuillier llamó «islas olvidadas» a unas islas invadidas por gente de todo tipo de procedencia. Pero en ese cambio de pasar de una economía de subsistencia a una economía terciaria ha habido una reafirmación de los valores de la personalidad lingüística y cultural. Cuando yo era joven no se hacía ball pagès o era algo folklórico, y en cambio ahora hay colles de ball en todos los pueblos y se recuperan fiestas históricas. La situación política no permite que esto prospere de forma adecuada, pero creo que no hay que ser derrotistas.

—¿Cuál es su propuesta entonces?
—Debemos poner en marcha políticas interculturales que afirmen la realidad propia y reconozcan la diversidad a fin de activar la incorporación de la gente nueva a la cohesión social.

—Usted ha formado parte del mítico grupo Uc junto a Joan Murenu y Victorí Planells
—Han anunciado la retirada, aunque digamos que oficialmente yo ya no formaba parte del grupo. Personalmente, como cantautor, quisiera hacer tres actuaciones: de canción tradicional, canción propia y de versiones.