Imagen de algunos de los expertos que presentaron el anuario en la UIB. | Toni Planells

La profesora de la Universitat de les Illes Balears (UIB) y también representante del Grupo de Investigación y Formación Educativa y Social (Gifes) Victoria Quesada opinó ayer que la situación de la educación en Eivissa va «progresando», ya que la tasa de avance de curso ha ido en aumento los últimos años y las medidas disciplinarias en forma de expulsión están disminuyendo gracias a experiencias «innovadoras». En este sentido, señaló dos ejemplos de la isla como son el IES sa Blanca Dona y el CEIP Can Misses.

Durante la presentación ayer del anuario de la educación 2019 en la sede de la institución en Eivissa, la profesora indicó que en el estudio han participado «profesionales de distintos ámbitos –un total de 59– que voluntariamente ofrecen los resultados de sus experiencias innovadoras y su quehacer docente».

Según explicó Quesada, el primer «pilar» del anuario se relaciona con el carácter interinsular, de manera que se recopilan las investigaciones en las diferentes islas para ponerlas en común.

La publicación también estudia otras etapas aparte de la escolarización obligatoria, como son la escuela de cero a tres años, los ciclos profesionales y las experiencias profesionales, que sirven para acreditar las competencias sin título. Asimismo, el anuario incluye la perspectiva socioeducativa del asunto, de manera que no se hable sólo de la escuela en sí. El último punto recoge las «buenas prácticas», que son las experiencias «innovadoras» de los centros en los diferentes niveles educativos.

La profesora se congratuló porque «parece que el número de alumnos y de profesores ha ido aumentando en los últimos años tanto en Primaria como en Secundaria». No obstante, Quesada reconoció que la tasa de promoción es mejorable, ya que baja conforme va subiendo el nivel educativo, si bien ha ido en aumento los últimos años salvo en el caso de los alumnos extranjeros.

Por último, Quesada se refirió a la renovación pedagógica para cambiar la forma de educación tradicional como «un despertar de los docentes» para llevar a cabo una educación más individualizada.