Javier Torres y Vicent Marí en un pleno de la institución. | Toni P.

Imaginemos por un instante que un concejal de Vox declarase públicamente su admiración por Adolf Hitler y le reconociese como su referente ético y moral. El escándalo estaría servido y con mucha razón, porque es difícil sostener que el responsable del exterminio de miles de seres humanos en el Siglo XX pueda ser referente de nada para nadie que tenga cerebro y conozca las atrocidades que el nazismo perpetró en Alemania y en media Europa.
Pues bien, justamente eso es lo que ha sucedido en Santa Eulària, donde el concejal de Unidas Podemos, Oscar Rodríguez, proclamó en Twitter que Iósif Stalin es para él un “referente ético y moral”. Esa afirmación es inaceptable ni como gracieta, que es como al final ha pretendido que pase su aberrante comentario. Stalin fue un dictador criminal y sangriento, responsable de la muerte de miles de ciudadanos inocentes en Rusia y la Unión Soviética.

Fíjense que evito mencionar en nombre de qué ideología política cometieron sus atrocidades genocidas tanto Stalin como Hitler, porque para el caso es lo de menos. Sin embargo, aún hay quien es capaz de defender a esas figuras deleznables si coinciden con su ideario político.

Óscar Rodríguez, como miembro de Esquerra Unida, es comunista. Y dado que Stalin también lo fue, constituye para él un referente ético y moral por muchos seres humanos que ordenase asesinar o deportar a Siberia. Lo más increíble es que ningún partido político haya exigido al concejal que dimita de su cargo. Por mucho menos algunos han tenido que renunciar a su acta.

Lo que más me llama la atención es que todavía reciben diferente reproche los crímenes del nazismo y los del comunismo. Será que los hombres y mujeres exterminados merecen distinta consideración dependiendo de la ideología de sus asesinos.

Cumplirlo los compromisos.
El equipo de gobierno del Consell d’Eivissa, integrado por PP y Cs, con Vicent Marí a la cabeza, ha optado con toda legitimidad por distanciarse de lo que en la pasada legislatura fue una actitud extremadamente sumisa con las directrices del Govern balear de la presidenta Francina Armengol. Es algo bastante lógico, dado que tanto ella como el entonces presidente de la institución insular, Vicent Torres, son del PSOE. Pero eso ha cambiado.

Vicent Marí (PP) reclama que el Govern pague íntegramente aquellas infraestructuras que sean de su competencia, como la Escola d’Hosteleria que se proyecta en sa Coma. En efecto, al Govern corresponden las competencias en Educación y Trabajo, por lo que es razonable plantear que se haga cargo de una vieja demanda del sector turístico ibicenco para acabar con la escasez de profesionales cualificados.

Sin embargo, el Consell debe cumplir con los compromisos adquiridos por los anteriores responsables de la institución (de PSOE y Podem-Guanyem), quienes legítima y legalmente optaron por participar en la construcción de la Escola, contribuyendo decididamente a impulsar un proyecto que, de otro modo, sería mucho más difícil hacer realidad.
Además, no vale ahora criticar aquella decisión política cuando no se recuerda que el PP de Ibiza plantease ninguna objeción en su momento, y mucho menos que mostrase su oposición.

Los convenios suscritos con el Govern han de cumplirse, lo que no quita que ahora desde el Consell se plantee que sea el presupuesto de la Comunidad Autónoma el que se haga cargo de la inversión total, algo que habrá que negociar y que costará conseguir.

Quizás Vicent Marí y Javier Torres (Cs) piensan que la controversia con Armengol les dará rédito electoral, algo que pudiera suceder. Pero deberían valorar que a los ciudadanos les importa poco qué institución paga lo que se hace. Lo que quieren es que realmente las cosas se hagan rápido y bien, sin parones eternos, sin deficiencias constructivas y sin discusiones absurdas, como es habitual que suceda en Ibiza, lamentablemente.

La Escola d’Hosteleria es necesaria y será muy beneficiosa para la sociedad ibicenca. Y si el Consell d’Eivissa paga una parte y coparticipa de su gestión cuando esté en marcha, muchísimo mejor.