Los usuarios del centro agradecieron enormemente la ayuda prestada por Cáritas desde hace años. | Toni Planells


La entidad diocesana Cáritas se encuentra en plena campaña de Navidad para ayudar a los más desfavorecidos de la isla. Aunque su labor se realiza todo el año con una satisfacción alta por parte de los usuarios de su comedor social, es este un tiempo sin duda más delicado que el resto de la temporada por las connotaciones familiares, religiosas y de todo tipo que posee esta época.

Desde la ONG revelaron que la pasada semana comenzaron la recogida de alimentos en los colegios y otras instituciones y esta semana los están repartiendo en el salón parroquial de Santa Cruz. Según dijo el coordinador de Cáritas en Ibiza, Gustavo Gómez, para esta ocasión «se han hecho unos lotes especiales» con productos navideños y otro tipo de artículos que no se pueden dar en otra época del año.

Según calculó Gómez, unas 400 personas han estado acudiendo a Cáritas durante el año para recoger alimentos, si bien la cantidad de personas favorecidas por la ayuda de esta organización resulta mayor, pues quienes acuden a Cáritas también se llevan comida para el resto de su familia. «No sabemos con seguridad cuántos lotes daremos este año, pero habíamos contado con que podrían venir unas 400 personas a buscarlos», explicó Gómez, quien lamentó que «cada año se recoge menos».

Comidas especiales
El responsable de Cáritas recordó que, en el comedor social de Carlos III, en Ibiza, también tienen las comidas de Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año nuevo, preparadas por la Fundación Reina Sofía y que son «especiales» en su opinión, ya que acuden más voluntarios y ambientan el espacio «para que sea, de verdad, una noche de acogida y no sientan tanto la soledad». Gómez señaló que, durante la Nochevieja, también celebran las campanadas y buscan «alguna actuación especial» y pasar, así, «la noche en familia, que es de lo que se trata».

Gómez concluyó afirmando que el día de Reyes también se les harán unos regalos, normalmente ropa o productos de higiene, en definitiva, «cosas que van a poder utilizar estando en la calle, como, por desgracia, muchos de ellos se encuentran».

En el comedor de Sant Antoni
Periódico de Ibiza y Formentera acudió al comedor social de Cáritas en Sant Antoni esta semana y pudo ver in situ cómo alrededor de diez o quince personas eran atendidas durante la cena. Algunos de los usuarios se decidieron a hablar y a contar sus experiencias con la ONG.

Uno de ellos, de nombre Manuel, explicó que había tenido que acudir a Cáritas tras quedarse sin trabajo. «Soy pintor y la cosa está muy dura», detalló Manuel, quien desea que «la cosa mejore después de Navidades». Este usuario, quien detalló que está «durmiendo en un coche», agradeció la ayuda de Cáritas, adonde ha acudido en un par de temporadas separadas por un lapso de tiempo: la primera hace ocho meses y ahora, otro mes y medio desde que se volviera a quedar sin trabajo.

«Gracias a Dios nos dan de comer», agradeció Manuel, quien dijo que, por las mañanas, se dedica a buscar empleo y luego va a Cáritas a aprovechar las dos comidas que se le ofrecen –almuerzo y cena–. El usuario comentó que allí no les «falta de nada» y reiteró, una vez más, su agradecimiento a la asociación.

El día que Periódico de Ibiza y Formentera acudió al comedor social de Cáritas, Manuel tomó de cenar una crema de verduras que calificó como «buenísima, riquísima» y un plato de pollo y carne con patatas fritas que «en cualquier sitio te cuesta ocho euros». «Aquí es maravilloso; no puedo decir otra cosa», concluyó, y en sus ojos se notaba que el agradecimiento era sincero.

Otro de los usuarios, llamado Hassan, también dio las gracias a Cáritas por su ayuda no sólo con la comida, sino en cuestiones laborales o con la tramitación de los papeles de residencia, que le caducaron hace poco tiempo.

Hassan, quien no tiene techo para dormir, lleva acudiendo años al comedor social, más o menos desde que abrió, hace aproximadamente seis años. Este usuario atribuyó su precaria situación a la crisis económica que comenzó hace tiempo ya, que le hizo perder su trabajo en el campo y como jardinero, así como los documentos de residencia, y de la que aún no se ha podido recuperar.

Este usuario también agradeció su ayuda a Cáritas y aseguró que en ocasiones hasta le «da un poco de trabajo», lo cual sin duda viene bien De hecho, Hassan aseguró que esta ayuda le ha «cambiado mucho», pues antes era «casi un alcohólico» y ahora, en cambio, ya no bebe alcohol. «Espero encontrar trabajo pronto», dijo mirando al cielo.

Sin techo
Igualmente, otro usuario, llamado Ángel Manuel y que antes era camarero, señaló que Cáritas «está haciendo una labor bastante grande», pero lamentó que este tipo de asociaciones no tengan los suficientes medios para dar techo a estas personas. Ángel Manuel, quien indicó que había trabajado en Renfe o de pintor, solicitó «concienciación» a los Ayuntamientos, porque, «según estos personajes, no hay gente en la calle, pero hay mucha y yo soy uno de ellos». Por ello, les pidió «que se den cuenta y ayuden un poquito, que hay gente con corazón todavía».

La organización se sostiene gracias a las ayudas que recibe y con sus voluntarios, como es el caso de Vivian, quien lleva ayudando desde el año 2016 y que explicó que le «gusta trabajar» en el comedor social, ya que se «siente bien» con la tarea realizada. «Al fin y al cabo, yo también aprendo de ellos», aseguró.