El equipo de gobierno del Consell de Mallorca tras tomar posesión. | Jaume Morey

La futura Ley de Consells da mayor peso político a los ejecutivos insulares, que podrán actuar –de hecho– como órganos de la comunidad autónoma y deberán asumir una estructura similar a la del Govern de las Islas.

Sin embargo, también se fortalecerán algunas competencias del pleno (que seguirá presidiendo la presidenta o presidente insular) y aunque no llegará a los extremos que tiene el Parlament sí que asumirá funciones de control que ahora se le escapan. Por ejemplo, estrenará tres nuevas figuras de control y fiscalización: las comisiones de investigación, las interpelaciones a cargos del ejecutivo y la solicitud de comparecencias.

La última gran reforma de la Ley de Consells –que desmontó toda su estructura anterior y creo una nueva a propuesta del partido Unió Mallorquina y de Maria Antònia Munar– es del Pacte de Progrés.

El anteproyecto de ley mantiene todas las competencias que obtuvieron los consells, añade otras y extiende el control a los organismos del llamado sector público. Es decir, los consorcios y empresas públicas.

Comisión de Secretarios

El texto elaborado en la Conselleria de Presidència del Govern ha recibido ya el visto bueno de la Abogacía de la Comunitat Autònoma y ha sido remitido a los consells para que hagan sus aportaciones e introduzcan novedades. También será revisado por los servicios jurídicos. El PSIB preside ahora tres de los cuatro consells. Sólo en el de Eivissa existe una mayoría diferente a la del Parlament.

Aunque el anteproyecto configura el pleno como «órgano de control y fiscalización de los órganos del Govern», también atribuye a otros órganos, como la presidencia o el consejo ejecutivo (es decir el gobierno insular) nuevas atribuciones para «dotar a los consells de una capacidad de gestión más ágil y eficaz ya que son órganos que pueden actuar de una manera mucho más rápida y efectiva».

Según han explicado a este diario personas que han tenido papel relevante en el nuevo texto, se trata de definir claramente la doble naturaleza de los consells y eliminar cierta burocracia que todavía tienen algunas corporaciones locales.

Con la nueva ley, se refuerzan las competencias ejecutivas de la institución –que ejerce el gobierno insular– y también se prevé que los cargos medios de las direcciones insulares y secretarías se organicen como en el Govern hasta el punto que prevé la creación de una Comisión de Secretarios que vendría a ser como el ‘consejillo’ que prepara las reuniones del Consell de Govern. Como en éste, también el gobierno insular verá limitados sus acuerdos durante el tiempo que va de las elecciones a la constitución del nuevo pleno.
La norma tiene que pasar todavía por el filtro del Consell Consultiu.

Quien represente al Parlament por Formentera, podrá hablar en su Consell

El anteproyecto de ley recoge importantes novedades para la isla de Formentera, donde su Consell es a la vez el ayuntamiento de esa Isla. Cuando se aprobó la última modificación de la Ley de Consells, durante el primer Pacte de Progrés (1999-2003) no existía todavía el Consell de esa Isla y por eso la nueva norma le dedica un capítulo entero.

Formentera elige, además, uno de los 59 escaños que componen el Parlament de Baleares y la Ley de Consells fijará que en el pleno del Consell Insular de Formentera podrá intervenir, «con voz pero sin voto», quien ocupe el escaño del Parlament.