Vista general de la depuradora de Portinatx. | ARCHIVO

La tramitación ambiental para la autorización de la nueva EDAR de Portinatx se inició en septiembre de 2014 y, cinco años después, sigue sin ser efectiva. Según explicaron desde el Ayuntamiento de Sant Joan de Labritja, en marzo de 2015 remitieron el ‘Proyecto de construcción de la EDAR de Portinatx’, acompañado de un documento ambiental, a la Dirección General de Recursos Hídricos del Govern balear, como «órgano sustantivo», para que lo trasladara a la Comisión balear de Medi Ambient y así iniciar la fase previa de consultas a las administraciones, de evaluación ambiental y posterior elaboración del documento de alcance del Estudio de Impacto Ambiental (EsIA).

Unos meses después, el Consistorio recibió de la Comisión el EsIA del proyecto de construcción de la depuradora, «así como la comunicación expresa de que el estudio a elaborar y el proyecto han de remitirse al órgano ambiental a través del órgano sustantivo (en este caso Recursos Hídricos), tal y como se venía haciendo», explicó el alcalde Antoni Marí ‘Carraca’.

Ya en octubre de 2016, el Ayuntamiento remite a Recursos Hídricos el EsIA y solicita la continuación del procedimiento de evaluación de impacto ambiental. Sin ninguna novedad al respecto, en agosto de 2018 promueve, junto con el Consell d’Eivissa, la obtención de la subvención correspondiente a la convocatoria de ese año para la financiación del 50 % de los costes con cargo al Impuesto de Turismo Sostenible para la construcción de la EDAR. «Tras la obtención de la financiación y a la vista de ausencia de noticias sobre la tramitación ambiental del proyecto, solicitamos a Recursos Hídricos conocer el estado de tramitación del expediente», especificó el primer edil.

Críticas a Medio Ambiente
En marzo de 2019, y tras haberse reunido en diversas ocasiones, el Ayuntamiento con la Comisión de Medio Ambiente y con la Dirección General de Recursos Hídricos con objeto de desatascar el expediente, Recursos Hídricos remite el informe sobre la situación del ‘Proyecto de construcción de la nueva EDAR de Portinatx’, «en el que justifica que no le corresponde actuar como órgano sustantivo, entendiendo que el órgano con competencias para autorizar el proyecto es el Ayuntamiento y que su participación en la tramitación ambiental es únicamente como administración afectada», lamentó ‘Carraca’.

Ante esta situación, el Consistorio asume ser el órgano sustantivo y solicita a la Comisión la aplicación de la tramitación de urgencia al procedimiento de evaluación de impacto ambiental ordinaria.

Posteriormente, y tras actualizar el EsIA redactado en 2016 a la nueva normativa ambiental vigente, el Ayuntamiento somete el ‘Proyecto de la nueva EDAR’ y su EsIA a información pública y a consultas a las administraciones públicas afectadas.

Ya en octubre de 2019, se recibió el último informe al respecto, estando pendiente de recibir el informe de la DG de Recursos Hídricos por afección al Dominio Público Hidráulico y sus zonas de servidumbre. «Tras la revisión de todos los informes, el 30 de octubre nos reunimos con la Conselleria de Medio Ambiente para consensuar las modificaciones a realizar en el proyecto para poder continuar con la tramitación ambiental», matizó ‘Carraca’.

De la misma forma, se reunió con el Consell d’Eivissa en noviembre.
Tras estas reuniones de consenso previo, el Ayuntamiento traslada las conclusiones a las empresas redactoras del proyecto y del estudio para que elaboren las modificaciones pertinentes y den respuesta a los informes recibidos en la información pública y consultas, teniendo previsión de recibir esta documentación este mes de enero.

«Así, se continuará con el procedimiento, dando traslado del expediente completo a la Comisión de Medi Ambient para que continúe con la tramitación ambiental», reiteró el alcalde, quien no dudó en criticar la mala gestión tanto por parte de la Dirección General de Recursos Hídricos como de la Comisión balear de Medi Ambient ya que, «estando en la misma Conselleria, no se puede entender que no digan nada y, al final, sea el Ayuntamiento quien lo resuelva».

Por otra parte, también lamentó que sea el Consistorio quien asuma esta infraestructura cuando «la inmensa mayoría de las depuradoras de Ibiza han sido construidas y recepcionadas por Abaqua». De hecho, insistió, «las únicas que son municipales son la de Portinatx, una que hay en el pueblo de Sant Miquel y otra en Sant Josep, que es privada si no me equivoco. Esas son las únicas que no administra Abaqua; algo difícil de entender».

EL APUNTE

12 meses de obra para finalizar la futura EDAR

El estudio de viabilidad económica del proyecto de construcción de la nueva EDAR indica que el coste previsto de las actuaciones y obras necesarias para su ejecución es de 3.899.237 euros, al que se suma la tramitación y realización del proyecto, por lo que asciende a 4.259.176 euros. Además, está previsto que el 50 % del coste de las obras se financien con el Impuesto de Turismo Sostenible.

Por su parte, el Ayuntamiento considera que el coste de mantenimiento de las instalaciones (que ronda los 150.000 euros al año) debe asumirlo Aqualia, empresa concesionaria de la gestión del servicio municipal de abastecimiento de agua, alcantarillado y depuración de aguas residuales del municipio. En cuanto a plazos, se espera que las obras finalicen en un máximo de 12 meses.

El estudio también refleja que los «beneficios» que se derivan de la ejecución del proyecto de la depura son «sociales y medioambientales». Entre ellos, destaca el cumplimiento de la normativa vigente en cuestión de depuración de aguas residuales; mejora del estado ecológico de la masa de agua costera receptora del vertido; disminución de la proliferación de algas nocivas detectadas como consecuencia del vertido continuo de nutrientes; protección y recuperación de los ecosistemas marinos y terrestres; eliminación de malos olores.

En resumen, «se traduce en el impulso de un turismo sostenible, responsable y de calidad, además de un aumento de visitantes y, por tanto, de la economía de la isla». Además, el estudio dice que la propia ejecución de las obras va a necesitar de recursos humanos y materiales que, en gran parte, «provendrán del ámbito de la zona de influencia de la actuación». Por ello, concluyen que esto se traducirá en «un incremento del empleo y de los factores asociados».