El Puesto Principal de Sant Antoni será el más afectado por la marcha de unos 30 agentes que venían sirviendo en este destino. | DANIEL ESPINOSA

La Guardia Civil de Ibiza y Formentera sufrirá de forma inminente un «éxodo» de efectivos, en torno a medio centenar de guardias, que han reclamado un traslado a destinos de la Península.

Según los datos recabados por Periódico de Ibiza y Formentera, al menos 48 agentes de Ibiza y tres de Formentera abandonarán las Pitiusas en el proceso de traslados que se hará efectivo a partir del martes. Esta cifra supone en torno al 20 por ciento de los efectivos de la Compañía y su marcha supondrá «seguir aumentando el déficit de agentes» ya que las previsiones apuntan a que solo llegarán una quincena de agentes.

La ‘fuga’ de guardias afectará especialmente al Puesto Principal de Sant Antoni, en ses Païsses, donde causarán baja entre 20 y 30 efectivos. Buena parte de los nuevos agentes serán destinados a ses Païsses.

Los traslados se extienden por todas las unidades, con bajas significativas en Seguridad Ciudadana, Fiscal y en la Agrupación de Tráfico. A diferencia de lo ocurrido otros años, el déficit de efectivos se ampliará, ya que apenas llegarán una quincena de agentes. Además, buena parte de ellos, una docena, «son traslados forzosos y suele conllevar que la mayoría se marche una vez cumplido el año en Ibiza», señalaron las fuentes consultadas.

Los traslados que se harán efectivos durante esta segunda quincena corresponden al proceso abierto el último cuatrimestre del pasado año y la «cascada de marchas continuará en la próxima convocatoria», añadieron las mismas fuentes.

Carestía de vida y alquileres

«Es materialmente imposible buscar un futuro en la isla. Los alquileres son inasumibles con nuestros salarios y la carga de trabajo es brutal en comparación con otros destinos. Duele porque muchos han creado una familia aquí, pero las condiciones te expulsan de Ibiza», apuntó a Periódico de Ibiza y Formentera uno de los agentes que se ha acogido a este proceso de traslados.

Desde las asociaciones Jucil y AUGC hacen hincapié en que con las actuales condiciones laborales la ‘fuga’ de efectivos continuará e insisten en que es prioritario y urgente conseguir una indemnización de insularidad actualizada y acorde con la carestía de vida en Ibiza y Formentera.

Así, el secretario provincial de Jucil, Tomás Quesada, advirtió que las condiciones económicas son un factor determinante que está afectando a la Comandancia de la Guardia Civil de Balears, especialmente en las Pitiusas, ya que la insularidad no está compensada.
Un guardia de Ibiza cobra un plus de 82 euros, un complemento que se dispara a los 400 euros en Ceuta y Melilla y hasta los 500 euros en una isla menor de las Canarias.

Diferencias abismales que alimentan, año tras la año, la marcha de guardias civiles de Ibiza y Formentera.