Foto de la Policía Local de Sant Antoni patrullando por las calles del West End en la temporada turística del año pasado. | DANIEL ESPINOSA

El Grupo municipal PSOE-Reinicia exigió al alcalde de Sant Antoni de Portmany, Marcos Serra, «que se implique de forma clara y decidida en la lucha contra el turismo de borrachera». Las «pegas» que ha puesto el alcalde al decreto ley contra el turismo de excesos aprobado por el Govern balear «demuestra que el alcalde se ha puesto de lado en la lucha contra el turismo de borrachera, como ya hemos visto con su decisión de volver a ampliar el horario de los establecimientos de ocio y terrazas en la zona del West End», lamentó el portavoz socialista, Simón Planells. «El Ayuntamiento es quien debería liderar el proceso en favor de un modelo turístico de calidad para Sant Antoni, como se hizo en el anterior mandato», manifestó Planells. Por contra, aseguró que, con el tripartito de derechas, «se vuelve a errar, a presentar medidas equivocadas y a poner pegas al trabajo del Govern balear, que es la única Administración que se está preocupando y trabajando por acabar de una vez con el turismo de borrachera en Sant Antoni».
Planells volvió a exigir al alcalde que rectifique la decisión de ampliar los horarios y lamentó que «Marcos Serra rema contra las medidas del Govern». El dirigente socialista añadió que, por lo que se ha visto hasta ahora, «el alcalde continúa defendiendo a los pocos que se benefician del turismo descontrolado y se pone en contra de una inmensa mayoría de empresas, trabajadores y vecinos que quieren un modelo turístico en Sant Antoni del que sentirse orgullosos».

El PSOE reclamó al alcalde que cumpla las ordenanzas, incluida la nueva ley contra los excesos. De la misma forma, felicitó al Govern balear por su compromiso para combatir el turismo de borrachera. Unas medidas que los socialistas están «seguros» de que surtirán efecto en verano.

Turismo de calidad
Por su parte, el presidente del PP balear, Biel Company, afirmó que el PP «quiere un turismo de calidad» y consideró que «el objetivo principal del decreto es combatir el turismo de excesos en la isla, que da mala imagen». Sin embargo, lamentó «no conocer la letra pequeña del decreto» y deseó que no suceda como con la ley contra el cambio climático, «que no pueda aplicarse porque el Govern lo haga mal».