El comedor del colegio de Sant Jordi, el primer día de su puesta en marcha. | DANIEL ESPINOSA

El inicio de la temporada turística marca el día de la isla y afecta incluso a los servicios educativos, como es el caso de los comedores escolares. La afluencia de niños a este recurso que permite conciliar la vida familiar con la laboral baja cuando se acaba la temporada y experimenta una subida a partir de marzo. Las familias demandan este servicio y el hecho de que un colegio tenga servicio de comedor se valora mucho por los padres en la elección del centro. Las familias de los centros educativos de Can Guerxo, Cas Serres y Sant Jordi pidieron este servicio. La Conselleria d’Educació ha invertido 158.121 euros en la puesta en marcha de estos recursos. En el caso de Can Guerxo se han destinado 77.754,63 euros; para el de Cas Serres han sido 60.875,83 euros y para Sant Jordi, 19.490,73 euros.

Los comedores de los colegios de Sant Jordi y Can Guerxo comenzaron hace una semana a ofrecer este servicio para los niños, pero en el caso de Cas Serres no ha sido posible que empezara ya que no hay demanda suficiente. se necesita un mínimo de siete niños y de momento sólo hay unos cuatro familias interesadas. «Todo está a punto para que comience, pero faltan los comensales. La necesidad urgente es cuando empieza la temporada», apuntó María Roldán, la jefa de estudios del colegio de Cas Serres. «Se está informando a las familias para ver si se animan. Había mucha gente interesada, pero ahora en temporada baja no se han animado lo suficiente», explicó la delegada de la Conselleria d’Educació, Margalida Marí.

En el caso de Sant Jordi comenzaron diez niños, aunque se espera que la demanda vaya creciendo cuando llegue la temporada turística. El comedor de Can Guerxo es el que está teniendo más demanda con una media diaria de veinte alumnos.

Siete nuevos comedores
La Conselleria d’Educació ha puesto en marcha siete comedores escolares. Los que están en centros de Santa Eulària, Jesús, Puig d’en Valls, que lo llevó inicialmente la Amypa, y Labritja se pusieron en la anterior legislatura. Con estos tres nuevos centros disponibles son ya 21 centros los que tienen comedor escolar.

La delegada d’Educació no descarta que aumente el número. «Hay centros interesados para conciliar la vida familiar con la laboral», apuntó. La puesta en marcha de un comedor en un colegio supone la adecuación de espacio en el centro, la dotación de electrodomésticos y de vajilla necesaria. El servicio del comedor lo ofrece el catering de S’Olivera a todos los centros educativos públicos de la isla.

Los nuevos colegios que se construyen cuentan con el servicio de comedor, pero los más antiguos son los que no disponen de este recurso o lo tenían en su día, pero desapareció, como el caso de San Jordi, que ha recuperado su comedor después de veinte años.