El simulacro consistió en la localización de una persona desaparecida en el bosque de Sa Coma, que se dividió en cinco zonas, una para cada equipo canino. | MARCELO SASTRE

La sección canina de los Bomberos de Ibiza realizaró ayer un simulacro de búsqueda de una persona desaparecida en terreno forestal, a modo de instrucción para lograr ofrecer «un servicio de excelencia» a la ciudadanía en los casos reales.

Esta práctica formó parte de un curso que Bomberos, miembros de Protección Civil y voluntarios, han recibido durante esta semana para mejorar sus actuaciones en casos de localización de personas desaparecidas, con ayuda de perros adiestrados para tal labor.
La jornada de ayer empezó temprano con una clase de teoría impartida por miembros del Grupo Especialista de Rescate Canino de los Bomberos de Alicante (Gerca), que se desplazaron hasta Ibiza para instruir a sus compañeros.

Una unidad curtida

El antiguo complejo militar de Sa Coma fue el lugar en el que los asistentes pudieron escuchar los consejos de esta unidad que ha participado en rescates de personas desaparecidas por terremotos en países como Chile, Turquía, Haití e incluso en el seísmo que tuvo lugar en Lorca en 2011.

Más tarde, los integrantes del Gerca expusieron el caso del simulacro que desarrollaron a continuación, por las inmediaciones del bosque próximo a Sa Coma, y en el que participaron miembros de Bomberos de Ibiza, Protección Civil y voluntarios.

En este caso se trataba de realizar el rescate de un varón de 42 años, que supuestamente había salido a pasear con su perro y se había perdido por la zona arbolada. Los cinco equipos con unidades caninas se dividieron el terreno en diferentes zonas que batieron hasta dar con la persona extraviada.

«Hoy (por ayer) asistimos a la consolidación de un servicio que lleva alrededor de unos meses en funcionamiento y es un servicio de rescate de personas vivas, que en Ibiza no estaba porque teníamos una serie de carencias, y es algo que nos puede ayudar mucho, como se ha podido ver en los últimos casos por los efectos de los temporales», indicó el conseller de Presidencia y Gestió Ambiental Vicent Roig, que estuvo presente durante las intrucciones.

Vocación de servicio

Rufino Díaz es el jefe de esta unidad pero en más de una ocasión, durante la clase impartida a sus compañeros, pedía que por encima de los nombres, está la tarea «anónima» que realiza todo el cuerpo en aras de prestar un «servicio de excelencia a la ciudadanía».

«Este simulacro es muy parecido a lo que se hace en una búsqueda real y en este caso se compondrán cinco equipos caninos con sus auxiliares y en total participaremos unas 15 personas entre bomberos, Protección Civil, voluntarios que trabajan con los perros en situaciones de emergencia y gente de a pie que simularon ser vecinos y conocidos del desaparecido», detalló el responsable de la sección.

Según comentó el bombero, una de las particularidades que tenía este ejercicio es que, al hacerse en los meses de invierno, el frío provoca que el olor de una persona se mantenga más tiempo porque «las partículas odoríferas se evaporan y los sitios más fríos y húmedos consiguen que las partículas se depositen más abajo y permanezcan más tiempo, lo que facilita la tarea de los canes».