Una patrulla de la Guardia Civil recorre el West End. | ARCHIVO

«Se trata de señalar, focalizar y sancionar al infractor. Hay que dar la imagen de que en Sant Antoni no vale todo, se ha acabado la barra libre. El que la hace la paga y aquí no se viene a destruir ni a hacer el salvaje, se viene a disfrutar del sentido y, sobre todo, a respetar las normas de convivencia y la idiosincrasia del municipio». Así de contundente se mostró ayer el vicepresidente de la Federación Hotelera de Sant Antoni, Juan José Planells, respecto a la actitud contra el turismo de excesos.

Es por ello que indicó que el sector es favorable a todas las medidas correctoras que vayan en la dirección de reposicionar el destino, cambiar la imagen y atraer una tipología distinta de cliente. «Somos los más interesados y los que hemos puesto más empeño en que Sant Antoni mejore su imagen como destino», apuntó.

En esa misma línea, se mostró a favor de la nueva norma contra el turismo de excesos en Balears, aprobada en el Parlament el pasado martes.

Por su parte, el gerente de la Federación Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif), Manuel Sendino, valoró el decreto como «un buen intento» con el que se pretende «coger el toro por los cuernos» y atajar el problema que generan ciertos comportamientos. Sin embargo, indicó que existen reservas por asuntos concretos de la normativa como es el control.
«La medida necesita mucha policía y supervisión. Si logramos más medios, quizá las posibilidades de éxito aumenten», argumentó el directivo de la patronal.

También apuntó a esta falta de medios Planells, con los que indicó que, tal vez, se podría llegar a poner en marcha un mejor sistema de seguridad privada. Una iniciativa que recordó que ya había puesto en marcha el sector hotelero en Sant Antoni de forma coordinada en un proyecto pionero.

Información
Por otro lado, el gerente de Fehif indicó que en Ibiza se implementará la medida propuesta por la federación mallorquina de hacer firmar a los clientes una hoja informativa con la nueva normativa y las consecuencias de su incumplimiento.

Señaló que serán los propios hoteleros los que decidan, dentro de su funcionamiento interno, si lo utilizan.

Planells también se mostró favorable a cualquier medida que suponga dar información sobre la normativa a los clientes.