El profesor Miquel Tur.

“No se habla de diversidad afectivo sexual en clase porque ya somos mayorcitos para saberlo” o en una situación de acoso relacionado con la orientación sexual un alumno, un compañero responde que “no se puede hacer mucho ya que el mismo padre se metía con él por su orientación sexual”.

Estas son algunas de las respuestas de 171 alumnos de cuarto de secundaria de tres institutos de Ibiza, Santa María, Sant Agustí y Sa Serra, y de 1º de Bachillerato de Sa Colomina, que han participado en el trabajo de investigación Educació transversal. Una mirada de génere a l’illa d’Eivissa, realizado por Miquel Tur, profesor de Secundaria, para el máster de formación del profesorado Tur, que finaliza ahora un proyecto de voluntariado europeo en un colegio de primaria para altas capacidades de Holanda, de la Unión Europea, de Erasmus.

Este trabajo de investigación de la intervención educativa con el alumnado tras en Ibiza fue su proyecto de fin de máster. «Tenía la oportunidad abierta de trabajar en lo que yo quisiera. Me he formado en Bellas Artes y me especialice en temas de género y masculinidad en trabajos artísticos y después estudié el master de estudios feministas de la Universidad Complutense de Madrid y allí me interesé más en el tema trans y el trabajo que hice allí es sobre la comunidad trans, la infancia y los roles en la educación», explica Miquel Tur.

Con el master de formación del profesorado siguió esa línea de trabajo. El estudio aborda la situación de la comunidad trans en el sistema educativo de Balears y en concreto en Ibiza. Tur remitió unos cuestionarios con respuestas abiertas a todos los institutos de Ibiza, de los que le contestaron cuatro centros, para comprobar el nivel de conocimiento de sexismo, transfobia y homofobia. «A nivel general sí que hay una mayor conciencia entre adolescentes, la homofobia se entiende pero hay alguna reticencia y la transfobia es bastante desconocida, se confunde con bromas y risas, en cosas que no son tan graves pero que en realidad sí lo son», explica. Una de las encuestas se le pregunta si creen que la homosexualidad es una enfermedad y predomina el no, pero hablan de ello como una decisión, una elección. «Hace pensar que si lo entienden así también pueden considerar que se puede renunciar, lo cual es preocupante», dice Miquel Tur, en el estudio. Sin embargo, también hay respuestas que destaca, como la siguiente. “No es una enfermedad y si fuera estaría enfermo y orgulloso!”.

La pregunta acerca de que si está más aceptada socialmente la homosexualidad entre hombres o en mujeres es, en opinión de Tur, una de las más interesantes por el resultado a la hora de analizar las respuestas. La mayoría de los adolescentes piensa que entre las mujeres está más aceptada y explican que es porque se ve a la mujer lesbiana «como un objeto de consumo y placer para hombres homosexuales». En cambio la aceptación masculina es por la mayor visibilidad social. «Hoy pensamos en el día del Orgullo y lo vemos liderado por hombres, cuando en realidad esta lucha, esta reivindicación la comenzaron mujeres trans, pobres, de color, que trabajaban en la prostitución en los barios más marginales de Nueva York», explica Tur.

El profesorado
El estudio no pone sólo el foco de atención en los alumnos sino también una parte clave de la enseñanza: los docentes. Aprovechando unas prácticas en el IES Sant Agustí, pasó también las encuestas a los alumnos y también a los docentes, «quería ver si el profesorado estaba formado, porque a lo mejor estamos echando la culpa a las nuevas generaciones pero el profesor es el que está educando». Los resultados fueron muy similares. «Vi lo mismo, hay mucha conciencia por parte del alumnado y ayuda mucho la vivencia, que conozcan casos reales, que personas trans hay en todos los sitios». La muestra de participación de profesores es bastante significativa ya que participaron 48 docentes de un total de 66 del centro de secundaria.

En su opinión, una mayor visibilización ayuda a la concienciación «porque encontrártelo cara a cara te das cuenta de por qué hay estos perjuicios, es porque no conoces a nada, a lo mejor tener a alguien en clase que está en la fase de transición, que te diga que le hables en femenino te ayuda más a aceptar que es real».

Tur, que expuso este trabajo en las jornadas de coordinadores y coordinadoras de igualdad sobre alumnado trans que se celebraron en Ibiza a mediados de noviembre, hace hincapié también en la falta de formación del profesorado.

Las respuestas eran muy correctas en general pero puso algunas preguntas trampa para ver si había contradicción y la mayoría respondían que sí, que estaban formados y tenían la coeducación al pie del cañón, «pero había confusión en entender temas concretos como transexualidad, travestismo o transgénero y eso da que pensar que quizás piensan que están formados pero realmente no lo están como se debería».

A partir de los resultados de las encuestas, hizo un análisis de todos los documentos del instituto, como el plan de atención a la diversidad, el plan de convivencia o el proyecto educativo del centro, para ver si se tenía en cuenta la perspectiva trans. «En la gran mayoría de ellos se trabaja mucho en volver a plantear todos los documentos, se han tenido en cuenta lo que dije», explica. «Queda muy bien en palabras que se dice que se trabaja en la igualdad, pero cuando ves los resultados de los cuestionarios es lo más alarmante, que esté en los papeles no significa que se traslade y aunque te lo digan los profesores no quiere decir que se está haciendo del todo», añade.

Del IES Sant Agustí destaca actividades como los talleres del Xiringito Teatre, una entidad con la que el centro colabora para tratar asuntos de género y diversidad LGTB. «Sí en uno de los centros que se supone que están más formados, tienen más herramientas y aún se dan estos indicios tenemos un problema más a nivel general».

Naturalidad
Una asignatura pendiente no sólo en las aulas sino también dentro del colectivo de docentes. «Se trata de dar herramientas al profesorado para que se normalice la vivencia de trans en las aulas, no solo hablar el tema como un chico que se siente chica y todo este vocabulario, que lo que hace es estigmatizar más, sino que las personas trans existen y vamos a dar herramientas, lecturas, documentales, con personajes trans y que esté normalizado, que la gente que sea trans y que esté en las aulas se vea reflejado, es darle naturalidad», apostilla.