Aitor Morrás se reunió ayer, por enésima vez, con los representantes de los taxistas. | DANIEL ESPINOSA

El Ayuntamiento de Vila y los taxistas de la ciudad alcanzaron ayer un principio de acuerdo sobre los descansos de los asalariados, que tendrán un día de libranza semanal y una jornada de ocho horas diarias con disponibilidad de 12 si así lo corroboran los miembros de las asociaciones de taxistas de la ciudad. Faltaría por decidir el método de control por parte del Ayuntamiento de Eivissa, que puede ser mediante el DNI electrónico, reconocimiento del iris o mediante un sistema de fichaje en la puerta del taxi.

A la salida de la reunión que tuvieron ayer el concejal de Movilidad, Vivienda y Promoción Económica del Ayuntamiento de Eivissa, Aitor Morrás (Podemos), y los representantes de las asociaciones de taxistas, el presidente de la Asociación de Taxistas Autónomos de Eivissa, Alejandro Cardell, no quiso hablar de una «imposición» por parte del Ayuntamiento, pero recordó que la otra opción era el cierre del taxi un día completo. «Estamos de acuerdo porque el Ayuntamiento así nos lo ha dicho», explicó Cardell.

El representante de los taxistas insistió en que éstos están cumpliendo con sus descansos reglamentarios en la actualidad. Ahora queda, según dijo, que el Ayuntamiento les explique de qué manera se podrán demostrar las libranzas de los asalariados. «Estuvimos, estamos y estaremos de acuerdo en que los asalariados libren un día a la semana», aclaró Cardell, quien quedó a la espera de saber qué medios se propondrán para comprobar esos datos.
Cardell señaló que harán lo que les diga el Ayuntamiento, ya que no podrían permitirse la clausura del taxi un día cada semana. «Acuerdo en que habrá una manera de comprobarlo sí ha habido, y ya nos dirá (Morrás) cómo», añadió.

Respecto a la jornada de ocho horas, Cardell quiso aclarar que hay «muchos momentos» en los que los taxistas no están trabajando, como «los descansos, el cigarrillo o el paseo», por lo que estos ratos no deberían incluirse dentro del horario estipulado. Si a ello se le suma el tiempo de ir a comer o a cenar, al final, aunque la disponibilidad sea de 12 horas, el tiempo de conducción es sensiblemente menor, arguyó.

Igualmente, Cardell pidió que todos los taxistas de la isla tengan que cumplir los mismos descansos que los de Ibiza para no jugar en desventaja respecto a ellos. «Cuando el Consell cree el área única de GPS, todas estas cosas deberán entrar», prosiguió Cardell, quien admitió que los taxistas de Ibiza se sienten «un poco discriminados» pese a que el día libre –o dos– ya lo llevan a cabo.

Por último, respecto a la convocatoria de exámenes para nuevas plazas de taxistas a finales de marzo, Cardell lamentó que no sean «más» y pidió un mínimo de dos al año.
Por su parte, Morrás indicó que se trataba tan sólo de reafirmar el acuerdo al que se había llegado la semana pasada para los descansos y ahora «el Ayuntamiento buscará la manera tecnológica necesaria para asegurar que, al menos, un día a la semana no se trabaje».

Finalmente, el concejal se mostró partidario, igual que los taxistas de Vila, de que este acuerdo debería extrapolarse a toda la isla con el fin de que «el servicio sea más seguro». El problema de tratar este asunto en el Consell, según Morrás, es que las competencias son municipales, por lo que corresponde a los ayuntamientos gestionar este asunto salvo si hay acuerdo entre todos.