Varadero, a 140 kilómetros de La Habana, se ha convertido en el enclave vacacional de Cuba con más hoteles gestionados por cadenas mallorquinas.

Las cadenas hoteleras mallorquinas presentes en Cuba están haciendo caso omiso de los requerimientos del Departamento de Estado de los Estados Unidos y del propio presidente norteamericano, Donald Trump, de no invertir en Cuba y tener relaciones comerciales con las empresas turísticas públicas cubanas, caso de Cubanacan, Gran Caribe y Gaviota.

Meliá, Iberostar, Be Live (Globalia), Barceló, Roc, Valentín y Blau, son las siete cadenas mallorquinas presentes en Cuba, que gestionan en su conjunto más de cien hoteles. Ninguna de ellas ha paralizado sus planes expansivos, sino todo lo contrario.

«En estos momentos se están presentando muchas oportunidades de poder quedarse con establecimientos, fruto en parte del endurecimiento del bloqueo norteamericano por decisión del presidente estadounidense. Las empresas gubernamentales nos ofrecen nuevos hoteles y cada uno obra en consecuencia según sus propios intereses», indicaron fuentes hoteleras.

Cubanacan, Gran Caribe y Gaviota, las tres principales empresas turísticas cubanas bajo gestión pública, están cerrando en los últimos cinco meses todo tipo de operaciones con las cadenas mallorquinas en los principales enclaves vacacionales del país, concretamente y de manera principal en Varadero.

Roc, Valentín y Blau incrementarán su oferta en este enclave, lo mismo que Be Live, Barceló y Meliá.

Meliá e Iberostar

Iberostar está captando edificios emblemáticos en las principales ciudades del interior del país, con el objetivo de expandir su proyecto de hoteles con historia, un segmento de nueva creación que incluye establecimientos singulares ubicados en inmuebles que por su arquitectura o significado histórico-cultural tienen un valor o encanto especiales. El bloqueo de Trump no afecta a su estrategia de expansión en Cuba.

Meliá, por su parte, sigue reforzando su presencia con sus principales marcas vacacionales de lujo y reforma sus hoteles más emblemáticos para mejorar instalaciones y servicios.

Ambas cadenas contabilizan cerca de 70 establecimientos y son las principales empresas turísticas extranjeras en Cuba. Ninguna de ellas paraliza sus proyectos pese a las amenazas de la Administración Trump.

Desde Valentín, Roc y Blau señalan que este país, pese a todos los problemas que genera el bloqueo económico norteamericano, «es una apuesta de futuro e incrementaremos nuestra presencia según los proyectos que nos presenten». En la misma tesitura se encuentran la cadena hotelera del grupo Globalia y Barceló.

El sentir empresarial es que una vez pasen las elecciones presidenciales norteamericanas en noviembre de este año, la presión de Estados Unidos bajará y llegará el turismo norteamericano.