Castillos hinchables y espectáculos amenizaron la velada por la mañana. | MARCELO SASTRE

La diada solidària de ayer de la Fundación Respiralia logró convocar una gran cantidad de gente y agotar los vales de la paella, cuya recaudación servirá para ayudar a los niños con fibrosis quística.

La jornada empezó con una caminata por Sa Talaia. Tras lo cual, en el aparcamiento que linda con el cementerio de Sant Antoni, se sucedieron una serie de actividades que se alargaron hasta bien entrada la noche.

A mediodía los más jóvenes pudieron disfrutar de una actuación infantil a cargo de Cachirulo y sus amigos; al lado castillos hinchables hacían las delicias de los más inquietos. Por la tarde, tras reposar la comida hubo baile payés y actuaciones de flamenco y djs.
Un total de 250 personas pudieron disfrutar de la paella de marisco que se encargaron de preparar cocineros de dos hoteles del municipio. El director gerente de Respiralia, Carlos Pons, agradeció a «la asociación Es Pagessos del Betis por haber organizado el evento».
«Lo han montado como un día en familia, en que los niños pueden disfrutar de un castillo hinchable, espectáculos para niños y además de la comida, y ha creado un ambiente muy bueno», explicó Pons.

Dos de las personas que decidieron apoyar la jornada solidaria eran Rosa y Mari. Ambas se apuntaron a la caminata y como vieron «que había paella y era algo solidario» pues decidieron quedarse. «Cuando hay eventos como este la gente suele participar y se agradece, porque se ayuda y te lo pasas bien, un poco de todo», afirmó Rosa.

Dificultades para reunirse
Respiralia atiende a cuatro pacientes de esta enfermedad en Ibiza. Una de ellos es Ruth Bel. Bel explicó que para el simple hecho de reunirse en un sitio cerrado con el resto de pacientes, tienen problemas, ya que «tienen unas bacterias en el pulmón que provoca que no se puedan juntar los enfermos», porque cada uno tiene unas diferentes.

«Entonces hay un problema de infecciones cruzadas y es mejor contactar por teléfono, que quedar en persona porque tendríamos que estar a como mínimo dos metros el uno de otro», indicó la afectada por esta enfermedad.

Whatsapp les ha servido de ayuda ya que han creado un grupo en el que hablan de sus problemáticas, de los tratamientos y organizan eventos, como el de ayer, porque al menos pueden encontrarse al aire libre porque tienen menos riesgos de contaminarse unos a otros.
La fribrosis quística es una enfermedad genética y degenerativa que afecta a los pulmones, páncreas y otros órganos vitales. A Ruth le «gusta mucho» hacer deporte, en concreto natación, y esto le sirve para que «los pulmones funcionen lo mejor posible», para así evitar una gran merma de la capacidad pulmonar, que desembocaría en que le tuvieran que hacer un trasplante bipulmonar. Por eso «lucha para que es día llegue lo más tarde posible».