El conseller Vicent Roig y la consellera Sara Ramon, ayer, en rueda de prensa. | INFORMATIU12

La consellera de Cultura y Patrimonio de Ibiza, Sara Ramon, y el conseller de Gestión Ambiental, Vicente Roig, comparecieron ayer en rueda de prensa para reiterar que, el pasado 20 de enero, el conjunto de propietarios de los islotes de es Vedrà y es Vedranell, las asociaciones de propietarios de fincas rústicas de Sant Josep y los vecinos de la Asociación Sa Raval dieron registro de entrada a una petición para que la tradición de ir a buscar las cabras de es Vedrà sea declarada Bien de Interés Cultural Inmaterial (BICI), tal y como adelantó Periódico de Ibiza y Formentera en su edición del pasado viernes.

Informe técnico

Una vez la petición está dentro del Consell d’Eivissa, la institución insular tiene que hacer un informe técnico que valore «hacia dónde tiene que ir el expediente». Si es positivo, «seguirá su trámite, seguirá 20 meses de proceso y necesitará pasar por el Consell Assesor de Patrimoni Inmaterial, representado por técnicos del Govern y del Consell d’Eivissa. Habrá que recabar informes de entidades científicas y del Ayuntamiento de Sant Josep. En estos momentos, no se ha iniciado el expediente; se tiene que hacer un informe técnico que no será de hoy para mañana porque se tiene que estudiar toda la legislación implicada. Llevará semanas de estudio», precisó la consellera de Patrimonio, quien explicó que la ley de salvaguarda de patrimonio inmaterial 18/2019 que se aprobó la legislatura pasada tiene como uno de sus principales cambios que «da importancia a aquellas personas que mantienen las tradiciones.

La ley refleja que, a la hora de declarar un BICI, será el Consell el que incoe el procedimiento a propuesta del Consell, instituciones, personas particulares o colectivos. El punto en el que estamos ahora mismo es que un colectivo ha dado registro de entrada a una petición y el Consell tiene que hacer un informe técnico que valore hacia dónde irá el expediente». Por tanto, tras recibir esta petición por parte de los propietarios del islote, la institución debe realizar el informe técnico que determinará si procede incoar esta declaración de BIC Inmaterial o, en caso contrario, denegar la petición.

El conseller de Gestión Ambiental destacó el papel de «mediación» que está haciendo la institución insular, ya que no tiene competencias sobre la gestión del islote –es el Govern el organismo competente–. «Aquí lo que tenemos es a Medio Ambiente del Govern que dice que no puede haber cabras y, por otro lado, un pueblo que quiere mantener la tradición de ir a buscarlas», precisó Roig, quien afirmó que, tras recibir la petición de los vedraners, dieron traslado tanto a Cultura como a Medio Ambiente del Govern y aún no les han contestado. En este sentido, Roig insistió en el Consell d’Eivissa tiene que dar contestación a la petición de la asociación con un informe técnico al respecto y ese es el punto en el que está ahora la máxima institución insular.

En caso de que finalmente se incoe el expediente, el BIC Inmaterial se centraría en la «tradición y la técnica de captura», tal y como explicó la consellera Sara Ramon.

No a la matanza a tiros

«Nosotros, desde el primer momento, y yo como conseller de Gestión Ambiental pensamos que lo que no se tiene que hacer es matarlas a tiros como hizo el Govern en 2016. Hay diferentes maneras y quien es competente –el Govern– que diga cómo se tiene que hacer. Después, desde el Consell siempre hemos dicho que abogaríamos por encontrar un equilibrio entre la protección de la flora y la protección de la tradición», apuntó Roig.

EL APUNTE

Una tradición arraigada que se remonta al siglo XIII

u Las primeras referencias históricas sobre la práctica de ir a buscar las cabras del islote y sacarlas con vida se encuentran de la mano de Francesc Torres Peters, quien relataba en un artículo que la presencia de cabras en el islote se remonta a 1252. «Nos encontramos ante la referencia más antigua en una tradición ibicenca, más de 750 años, o de las más antiguas no religiosas, de las que se puede tener constancia escrita», expone el documento justificativo que presentaron los ‘vedraners’ al Consell d’Eivissa. Las referencias al aprovechamiento de las cabras de es Vedrà continúan hasta 1434. «De hecho, parece ser que nunca se ha interrumpido», agrega la nota.