Concentración de los taxistas en Vara de Rey. | MARCELO SASTRE

El presidente de la Asociación de Autónomos del Taxi de Ibiza, Alejandro Cardell, insistió ayer en que «los titulares de los taxis son los que han de discutir cualquier cambio en la normativa».

«No le cuesta nada al Ayuntamiento, ya que es algo muy normal y con una explicación bien lógica», prosiguió Cardell al término de su reunión en Can Botino con el alcalde de Vila, Rafa Ruiz, y el concejal de Movilidad, Vivienda y Promoción Económica, Aitor Morrás. Cardell añadió que, si no se estudia esta opción, puede haber un «desencuentro».

Igualmente, el presidente de la asociación de taxis mayoritaria volvió a criticar a Morrás porque habló con los demás concejales de Movilidad de la isla y con el Consell sin preguntar a los taxistas lo que necesitaban y sin informarles de qué propuestas llevaban. En este sentido, aunque, de momento, no quiso pedir la dimisión de Morrás, sí que avanzó que, si la situación sigue igual, se verán «abocados» a ello, ya que el interlocutor «no está a la altura».

Preguntado acerca de los horarios propuestos para los taxistas, Cardell indicó que «voluntariamente» no lo harán, sino solamente si finalmente la ley los obliga. A continuación, sobre el 15 % de servicios mínimos en cada municipio, Cardell se mostró cauto, ya que «quizá no tienen las explicaciones de los taxistas» sobre este asunto. «Parece una propuesta buena mantener unas guardias en el municipio, pero eso puede provocar que se acumulen taxis que no pueden cargar delante de las paradas, y explícale a un turista que no lo puedes llevar», apuntó.

Rechazo a los 100 km/h
Más descontento, si cabe, se mostró con la limitación de circular a más de 100 kilómetros por hora a pesar de que esa velocidad no puede superarse en casi ningún punto de la isla y auguró que, a causa de esta norma, «habrá una acumulación de colas y llegarán a sitios como discotecas y aeropuertos en pequeñas caravanas». Además, resaltó que algunos taxímetros pueden no estar preparados para pararse al superar ese límite de velocidad, lo que implicaría «un gasto extra», teniendo en cuenta que «un taxímetro no es barato».
Finalmente, Cardell respondió a las peticiones de dimisión de la Asociación de Taxistas Profesionales de Vila y de Élite Corsaris diciendo que «pueden pedir lo que quieran», pero recordó que no pertenecen a su asociación.

Eivissa, adelante
Por su parte, el concejal Aitor Morrás repitió que, de acuerdo al artículo 27 del reglamento municipal, el Ayuntamiento debe reunirse con empresarios y asalariados, tal como continuarán haciendo.

El concejal dijo no entender por qué Cardell, «a veces, en las reuniones, es uno y, cuando sale, es otro», y aseguró que lo que sí tiene «claro» es que el Ayuntamiento de Eivissa seguirá adelante con los acuerdos a los que ha llegado.

Sobre los asuntos de actualidad, el concejal del Ayuntamiento de Vila indicó que la velocidad de 100 kilómetros por hora es «correcta», ya que es la máxima indicada en las carreteras de la isla. También reiteró su postura a favor de que haya un 15 por ciento de taxis en el municipio, ya que eso posibilitará el servicio a los usuarios de la zona. Si no se hiciera así, contrapuso, algunas veces algunos puntos de la isla no tendrían servicio en horas concretas. Como ejemplo, citó los casos de Cala Vadella o Cala Tarida. En este sentido, Morrás recordó que es un acuerdo de todos los ayuntamientos, por lo que, si lo hacen todos al mismo tiempo como se espera –en el mes de marzo–, «será algo coordinado y no debe de haber problemas».