Imagen de una parada de taxis en el municipio de Sant Antoni. | DANIEL ESPINOSA

El nuevo presidente de la Asociación de Autónomos del Taxi de Santa Eulalia del Río, Pedro Marí, elegido esta semana, afirmó ayer que, aunque aún no hay fecha para la asamblea general de la Federación Insular del Taxi de Ibiza, «toca» renovar el cargo de presidente, que actualmente ostenta Alejandro Cardell, presidente también de la asociación mayoritaria de la isla, la Asociación de Taxistas Autónomos de Ibiza. Como posible sustituto de Cardell, suena algún representante de la Asociación de Taxis de Sant Josep.

Según dijo Marí, «hay muchos socios que no se sienten representados por Cardell». Aunque aún no hay fecha para la celebración de la asamblea, se barajan el 9 o el 12 de marzo como posibles fechas.

Preguntado por Periódico de Ibiza y Formentera, Cardell confirmó que lo que se va a celebrar es la asamblea general de cada año, pero dijo que, en principio, no hay un orden del día fijado y no está previsto tocar el asunto de la presidencia, que, por otra parte, según dijo, suele ser rotatoria.

«Adonde calienta el sol»
Por otro lado, respecto a las guardias en el municipio, el presidente de la Asociación de Empresarios Taxistas de Sant Josep, Antonio Rivas, criticó que «algunos taxistas van a lo fácil, como muchos de Ibiza que, en vez de subir a Dalt Vila, prefieren irse a Platja d’en Bossa». «La gente va adonde más calienta el sol», dijo Rivas, quien, sin precisar un porcentaje, estuvo de acuerdo en que deben existir unas guardias mínimas para «hacer los servicios que no quiere nadie». Además, y ya que el taxi es un servicio público, «hay que ir a todos los sitios», añadió.

En este sentido, el dirigente de Sant Josep propuso «que el GPS sancione de alguna manera a quien no haga esos servicios». Según dijo, «el GPS podría hacer muchas más cosas», como también indicar si otro taxista se ha llevado el servicio que iba a hacer otro coche.

Igualmente Rivas se pronunció sobre los horarios y afirmó que «no tiene mucho sentido dar más taxis en verano por una parte y, por la otra, decir que sólo se hacen turnos de ocho horitas». De esta manera, aseguró, «la gente no quiere trabajar con el taxi, especialmente los de la península, que vienen a trabajar seis meses». «¿Esa gente va a venir a trabajar si le pones ocho horas con los alquileres que tenemos en Ibiza?», se preguntó el dirigente de Sant Josep.

En cuanto a la representatividad del sector en las reuniones con las instituciones, Rivas sí se mostró de acuerdo con Cardell y propuso que vaya solamente la asociación principal de cada municipio con los concejales y el director y el técnico de Transportes. «Pero, de momento, parece que no hay voluntad de arreglar nada, sino sólo de estropear lo que funciona bien», lamentó. Frente a ello, y ya que «aquí no hay 15.000 taxis», Rivas apostó por «estar todos unidos».

Contra los uniformes
Por su parte, Marí dijo que en su asociación estaban en contra de los uniformes para los taxistas, pero aseguró que, si el Ayuntamiento tomara esa decisión, ellos la acatarían. Al respecto, el representante de los taxistas de Santa Eulària aseguró que, si ven a los conductores incumpliendo las ordenanzas del Ayuntamiento en cuanto a la vestimenta, les llaman la atención. Además, aseguró que estos taxistas corren el peligro de ser multados por la Policía Local.

EL APUNTE

«En algunos casos, cargar por estricto orden de llegada»

u Pedro Marí se mostró en contra de la actualización de la ley de carga y descarga para que haya un 15 por ciento de guardias en cada municipio. En su opinión, «se supone que el Consell y los ayuntamientos plantean la medida para proteger el municipio y que no se quede sin servicio». Sin embargo, para él, en la práctica, «la medida puede tener más contras que beneficios». Sobre este particular, explicó que, «si estos vehículos tienen la prohibición de cargar fuera porque tienen que volver a su municipio, lo que hacemos en realidad es desabastecer zonas de los posibles taxis que haya». Dicho de otra manera, «la medida, más que proteger a los municipios, lo que puede acabar haciendo es privar de un porcentaje de taxis en zonas donde hay mucha demanda». Así, Marí dudó de que la medida vaya a ser «efectiva» y abogó por «poner otra cosa sobre la mesa», que es que, «en casos muy puntuales, como cuando hay gente esperando en las paradas, en vez de realizar la carga como venimos haciendo hasta ahora, se quitara la prioridad municipal y se cargara por estricto orden de llegada». Según dijo, se trata de algo que llevan mucho tiempo defendiendo desde Santa Eulària. Por último, Marí abogó por «una licitación para un GPS único», lo cual «sería fácil para la Administración» y permitiría dar «el mejor servicio posible».