Marta Díaz, en Talamanca, el pasado viernes. | DANIEL ESPINOSA

Quedamos con Marta Díaz (Barcelona, 1966) en Talamanca el viernes, pocas horas después de que el Pleno del Consell d’Eivissa rechazara dejarla sin el sueldo de 33.000 euros que cobra desde que pasó de vicepresidenta segunda a la oposición. Nos explica que está a punto de firmar la venta de la única propiedad que tiene, «un piso muy mono», y que compartirá piso con una amiga.

No es solo un asunto personal. Es un aviso a navegantes. «Por mucho que lo intenten, no me voy a ir hasta que no haya lavado mi imagen. He de estar preparada por si (los socialistas) lo vuelven a intentar. Con 9.000 euros no se puede vivir», explica.
Recuerda que cuando estalló el caso de los tickets la cesaron como asesora del Parlament porque «pensaban que tendría que volver a mi plaza de funcionaria», incompatible con ser consellera.

Tiene ganas de hablar a «calzón quitado». «Hasta ahora he estado callada, pero esto está pasando de castaño oscuro». Gran conversadora, relata episodios de intrigas y traiciones, versión payesa de House of Cards, la serie de Netflix sobre las luchas de poder de la Casa Blanca. Llamadas, cenáculos y encuentros en coches oficiales que reflejan en parte el funcionamiento de los partidos políticos.

Ella ha vivido en sus carnes lo que quiso decir Winston Churchill con aquello de que «nuestros adversarios están enfrente, nuestros enemigos atrás». Ya ha asumido que estaba equivocada cuando pensaba que en el partido tenía amigos. No ha vuelto a tener contacto con prácticamente ninguno. Entró en política de la mano de Pilar Costa a quien no ha vuelto a saludar desde el Diazgate. Su memoria prodigiosa le permite relatar con precisión cirujana fechas, personajes y detalles. Hora y media de conversación en la que casi sobran las preguntas.

Cuénteme cómo se produce la historia de los gastos con la tarjeta de la institución.
—En 2015, nos dan tarjetas de crédito a los consellers, salvo a los que renunciaron, con 3.000 euros de crédito y también un anticipo de caja en efectivo de 1.000 euros para no tener que adelantar los gastos de la institución. Presentas tickets y te van reponiendo el anticipo de caja. A final de legislatura se liquidan los saldos, como se ha hecho siempre.
Yo iba pasando los tickets, a veces de forma un tanto desordenada porque tenía tanto trabajo que no lo llevaba al día. Al final de la legislatura, me llaman de tesorería diciéndome que faltan 1.500 euros por justificar, es decir, que faltan tickets por presentar. Y pagué ese importe de mi bolsillo. Es la cosa más normal del mundo. Yo también tenía anticipo de caja como jefa de sección del Consell. El PP, concretamente Vicent Roig, había pedido los tickets de todos los consellers del gobierno y nosotros se los entregamos. Deduzco que pasaron esa información al Diario de Ibiza. Puede ser que en algún momento pagara con la tarjeta del Consell gastos personales. Ambas eran de La Caixa y las tenía juntas. Pero eso no supone que yo pasara el gasto a la institución porque nunca he pasado tickets personales al Consell. No he hecho ninguna estafa ni me he gastado ni un euro que no fuera mío.

Usted niega, pues, haber presentado tickets de peluquería, cremas cosméticas, gasolina y cine, entre otros.
—Absolutamente. Nunca he presentado esos tickets. Precisamente, he pedido copia de mis tickets para demostrar que eso es falso. No me los quieren entregar porque después se verá que no he presentado ningún ticket que no se corresponde con mi actividad como vicepresidenta de la institución. No hay fraude al erario público.

—¿Una comida en un beach club no es un fraude al erario público?
—Que se me acuse por esto es muy fuerte. Conseguimos que viniera Ana Obregón a un acto benéfico por el cáncer a Santa Eulària. Quería ir a un sitio de playa y fuimos a un restaurante. ¿Qué lo tengo que pagar de mi bolsillo? Yo he pedido los tickets de todos los consellers y tampoco me los dan. A mí se me está acusando de algo que no he hecho. Yo gasté, a través de la tarjeta, unos 26.000 euros en toda la legislatura y Carmen Domínguez, con mucha menos actividad que yo, 46.000 euros. Cuando tengamos los tickets de todos se verá la realidad. Las calderetas de langosta de Formentera eran famosas. Por este motivo no me dan los tickets. No le interesa a nadie que salgan estos gastos y sí les interesa crear esta imagen de Marta Díaz. Estoy muy harta de este asunto. Durante mi etapa de consellera me vi obligada a endeudarme. Debo de ser la única política que sale de la política más pobre de lo que entró.

Cuesta creer.
—Es muy fácil de entender. Cobraba menos que siendo funcionaria y tenía muchos más gastos porque asistía a tres y cuatro actos al día. En ropa me gasté lo que no está escrito.

Hay que ir mona a los actos.
—¡Claro! Hay que ir a la peluquería…

¿Cuánto se endeudó?
—Unos 30.000 euros. Es evidente que hay diferencias entre salir de la política más pobre y comprarse un apartamento en Formentera como hicieron el pasado mandato tres destacados dirigentes socialistas. Yo no digo que hayan prevaricado ni malversado, pero mientras una se empobrece y encima insinúan que he robado otros compran apartamentos en Formentera.

¿Quién compró esos apartamentos?
—Eso no lo voy a decir. Investiguen.

¿No pasó ni un solo gasto éticamente reprochable?
—No. Y si después de comprobar los tickets, hay alguno, pues habrá sido una equivocación porque no soy Dios. Pero no me he llevado ni un euro a casa.

¿Tampoco hizo gastos inapropiados?
—No, creo que tampoco. Cuando me pasen los tickets, haré una rueda de prensa con todos ellos.

Entonces no le debe de preocupar que lleven su caso a la Oficina Anticorrupción.
—Estoy tranquílisma. Pero evidentemente no gusta salir en los titulares asociada a corrupción cuando no hay nada.

Califique la actuación del PSOE en este caso...
—Es una deslealtad absoluta. Menos mal que soy una persona fuerte y luchadora y que no me asusto fácilmente. Por este motivo, estoy viva y no me he tirado por un balcón con todo lo que me ha pasado… Es una gran deslealtad porque yo he ayudado a mucha gente, hice muchas gestiones para mucha gente, tengo muchos contactos en muchos sitios gracias a mi trabajo.

¿A quién ayudó?
—A muchos.

Diga su nombre.
—No quiero decir nombres. Mucha gente y muy importante.

—¿Y les ayudó mucho?
—¡Mucho! Pero mucho. Y después de ello me encuentro con esta campaña brutal de difamación. Yo no pongo una querella (al Diario de Ibiza) que encima me cuesta dinero sin fundamento. Mis compañeros, en lugar de apoyarme como había hecho yo por ellos en casos graves de corrupción me abandonaron. El actual secretario general de la FSE, Pep Agustinet, estuvo años imputado por delitos muy graves, cohecho, soborno… En unas grabaciones se decía que había cobrado dinero negro de Ibiza Centro y la Guardia Civil dijo que eran auténticas al 99%, salió en prensa y no dimitió nunca. Tampoco creo que nadie se lo pidiera. ¿Y a mí me vienen con unos tickets que encima no he pasado en la vida, de peluquería, de galletas, de cremas? ¿Y me dicen que tengo que dimitir? Yo estaba noqueada, pero luego recapacité y dije que no dimitía porque esto era darles la razón.
Yo no fui a la ejecutiva en la que acuerdan que si no dimito, me abren expediente disciplinario. Al final acabé yendo a Ferraz llorando porque pensaba que tenía amigos en el partido. Se ha demostrado que amigos, poquitos.

¿Le queda alguno?
—Del partido, muy pocos. Alguno, pero poquitos. Es que en lugar de defenderme, me dejan sola y encima me atacan. Es increíble que en un caso tan grave como la corrupción de menores tutelados por la administración de Mallorca, menores que son muy vulnerables, hijos de familias desestructuradas, hijos de prostitutas, de drogadictos, huérfanos, casos muy graves…, el PSOE, Podemos y Més per Mallorca, que van de garantes de no sé qué, votan en contra de que se investigue. ¿Por qué? Porque esto se remonta a 2010. ¿Quién era la presidenta del Consell de Mallorca en 2010? Lo digo con nombres y apellidos: Francina Armengol Socías. ¿Quieren tapar que se sepa lo que pasó? A esto votan en contra, pero todos votan a favor de llevar unos tickets que no he pasado a la Oficina Anticorrupción. Es alucinante.

Y también quieren dejarla sin sueldo.
—Yo creía que estaba bien posicionada porque había sido una persona popular en mi etapa de vicepresidenta, había hecho un buen trabajo, había ayudado a mucha gente, me había implicado con muchos colectivos, modistas, artesanos, policías, guardia civiles… Estaba todo el día trabajando y en la calle…

¿Era la rival a batir?
—Totalmente, totalmente...

¿Era la sustituta natural de Vicent Torres?
—Vicent (Torres) había dicho que no repetiría después del congreso de la FSE. ¿Quién era la cara más visible? ¿Quién hacía más oposición? Yo tenía ventajas y algún handicap. Soy mujer, estoy muy preparada, de la gente de la FSE no hay nadie que tenga mi currículo profesional, no político sino laboral, soy trabajadora, físicamente no estoy mal… Todo esto, tristemente, genera envidias.Yo creo que vieron la oportunidad de quitarme de en medio. Si no, cómo se justifica que en un caso grave de corrupción que afectaba a Pep Agustinet, Xico Tarrés, Marcos Costa, Lourdes Costa… no dimitiera nadie y a mí me pidan que dimita.

¿El partido conocía la versión que me ha contado sobre los tickets?
—Yo no fui a esa Ejecutiva, pero Vicent (Torres) me contó que él sí lo explicó. Está claro que estaba todo preparado con Francina para decapitarme.

¿Quiénes habían preparado la operación?
—Pep Agustinet el primero, Rafa Ruiz y Francina Armengol. Francina me tiene enfilada desde que en 2015 me negué a que Pep Agustinet fuera el candidato al Consell. Dije que por encima de mi cadáver. Como digo las cosas a la cara, no me pueden ver. Yo insistí en que el mejor candidato era Vicent Torres. «¡Pep Agustinet ha ganado elecciones!» me dijo gritando Armengol. Yo les dije que preguntaran a los funcionarios del Consell qué opinión tienen de él de su época como conseller de Ordenación del Territorio. Me acuerdo como si fuera hoy. Después, llamé a gente del partido y de las agrupaciones para informarles del movimiento que estaba preparando Francina. Entonces, hubo llamadas a Agustinet avisándole de que estaban con Torres y no con él. A la vista de que no tenía apoyos, no se presentó. Hay más. El segundo enfrentamiento viene por mi apoyo a Pedro Sánchez, a quien conocí en una cena que organizaron Sofía (Hernanz) y su marido en una casa de campo con otras personas antes de que fuera secretario general. Y Pedro me gustó. Vi que tenía discurso, que era moderado...

¿De quién era la casa?
—De un compañero.

¿Quién acudió a la cena?
—No lo voy a decir… Es irrelevante. El hecho es que soy de las primeras de España en salir públicamente a apoyar a Pedro. Francina quería que todos fuéramos de Patxi (López) y, aunque parece simpática, es muy dictadora y tiene la gente atemorizada. De hecho, hubo altos cargos que avalaron a Patxi, pero votaron a Pedro. Yo no tengo miedo porque tengo mi trabajo y encimo gano más que en la política. (Cuenta varias anécdotas de presiones de Francina Armengol directamente y también a través de emisarios) ¿Qué pasó? Que Pedro ganó en todas las agrupaciones de Ibiza, hasta en Vila, a pesar de que estaban Rafa (Ruiz), Patricia (Abascal) y Pilar (Costa) haciendo campaña por Patxi. Francina no me lo perdona. Como tampoco me perdona que fuera muy crítica con la poca implicación del Govern en Ibiza. Era tan crítica que en ocasiones me pedían que no fuera a las reuniones.
Yo era reivindicativa porque a mí me votaron los ibicencos para defenderles.

Así pues, su versión es que la dejan caer porque era una rival para ir de número uno al Consell, apoyó a Torres en lugar de a Agustinet en 2011, a Pedro Sánchez en lugar de a Patxi López en contra del criterio de Armengol y encima osaba criticar la poca implicación del Govern en Ibiza.
—Sí, así es. Ha sido una caza de brujas. Antes de la ejecutiva ya lo tenían todo planeado y está claro que el enemigo a batir era yo.

Entonces, comparte la reivindicación permanente ante el Govern balear de Vicent Marí.
—Totalmente, pero me gustaría verlos si hubiera un gobierno del PP. Con Bauzà, nadie reivindicaba nada. El gran problema de los políticos ibicencos es que cuando gobiernan los suyos, no reivindican. Yo les apoyo y apoyaré todo lo que sea bueno para Ibiza.

¿Es normal que el Consell d’Eivissa financie proyectos que no son de su competencia?
—No, no es normal. No me lo parecía entonces y no me lo parece ahora. Tampoco me parece normal que el dinero de los puertos de Ibiza sirva para pagar el tren de Mallorca. Es una barbaridad y una tomadura de pelo.
Francina es la presidenta de Mallorca, si sobra algo también de Menorca. Y aún así sobra, de Formentera. A Ibiza, las migajas.

Esos convenios se firmaron cuando usted era vicepresidenta segunda.
—Yo me quejaba internamente y me daban hostias por todos los lados.

¿Por que se aceptó este dislate?
—En el Consell había dinero y prefirieron que salieran adelante.

¿Tiene intención de presentarse en 2023?
—Mucha gente me sugiere que monte otro partido, gente de izquierdas y de otros entornos. Yo tengo un proyecto personal y profesional compatible con mi situación de consellera no adscrita, pero no entra en mis planes seguir en política en 2023.

¿Ha conocido algún caso de corrupción?
—No. Solo lo que ha salido en la prensa y que a algunos les ha ido mejor que a otros.

¿Qué significa que a algunos les ha ido mejor que a otros?
—Que algunos pueden comprarse apartamentos en Formentera y otros han de endeudarse. Ahí lo dejo.

¿Vicent Torres ha sido leal?
—A ver… (se lo piensa) Yo creo que sí, pero está en una situación delicada y él no es de enfrentamientos, lo que nos vino muy bien al principio de nuestro gobierno con Podemos. Firmar el escrito en el que piden que me quiten el sueldo no es leal. Yo no lo hubiera hecho.

¿Le ha decepcionado?
—Me han decepcionado más otros compañeros.

Esa no era la pregunta.
—No, creo que no. No puedo decir que me haya decepcionado porque le quiero mucho.

¿Quién más no le ha decepcionado?
—Más gente, pero no quiero decir los nombres para no comprometerles… (silencio) Enrique Sánchez, Ramón Roca y algunos más… Y mucha gente de base.

¿Votó en noviembre?
No. Por primera vez en mi vida, no voté.

¿Votará al PSOE en el futuro?
—(silencio) A nivel nacional, supongo que sí. Con la gente de aquí, no.

¿Tendrá un buen resultado Agustinet?
—Faltan tres años y medio, pero no creo. No es un buen candidato. No lo era en 2015 y ahora todavía menos. Lleva demasiados años en política. Ocho años es suficiente.

¿Rafa Ruiz sería un buen candidato?
—Tampoco.

¿Quién cree que sería un buen candidato?
—Ramón Roca. Es una persona preparada.

Convénzame de que no es una tránsfuga.
—(Rebusca sin éxito entre sus papeles)… Lo niego rotundamente porque yo no me he ido a otro partido para facilitar un cambio de gobierno y alterar el resultado de las elecciones. He abandonado el mío y con pena porque soy socialista.