Los trabajos habituales se realizarán con un atomizador para verter el producto en los canales de agua o directamente con pulverizadores manuales. | DANIEL ESPINOSA

Llega la primavera y, con ella, el mosquito común empieza su época de cría. Es por ello que la empresa Lomika S.A, contratada por el Consell d’Eivissa, inició ayer las labores de control biológico que durarán hasta el próximo 31 de octubre.

La licitación se ha hecho por un presupuesto de gasto máximo de 95.669,84 euros (IVA incluido), se pagará el trabajo efectivamente realizado. La actividad general contratada es la aplicación de larvicida en zonas de cría cercanas a núcleos urbanos, que se llevará a cabo en dos fases: una en temporada alta (primavera y otoño) cinco días a la semana y otra en temporada baja (verano) cuatro días por semana.

Para poder hacer estos trabajos de la forma más efectiva, se ha dividido la isla en siete sectores: ses Feixes de Vila, ses Salines, la balsa de tormentas junto Platja d’en Bossa, Santa Eulària en el entorno del río, Sant Vicent de sa Cala, Port de Sant Miquel y Sant Antoni de Portmany en los torrentes d’es Regueró y de Buscastell.

En todas estas zonas se ha desplegado una red de trampas para hacer un seguimiento de la población de mosquitos. Si se producen muchas capturas se actuará en esa zona, mientras que, si no hay capturas o son muy pocas, no se actuará.

Actuar solo contra mosquitos
Para minimizar las afecciones ambientales, se utilizará un producto de base biológica que actúa sólo contra el mosquito común. El compuesto es un larvicida que tiene como base el Bacillus thuringiensis israelensis, una bacteria que ataca específicamente a las larvas de esta especie de mosquito. La sustancia se aplicará directamente en el agua de las zonas de control. De este modo se evita atacar a otros insectos e incluso a los propios mosquitos adultos, necesarios como parte de la cadena alimentaria.

El responsable del servicio, el doctor en Ciencias Biológicas y entomólogo, Alberto Chordá, explicó que dentro de cada sector se han localizado y georeferenciado todos los focos larvarios durante los dos últimos años. Los nuevos hábitats larvarios que se vayan detectando se irán incluyendo dentro de la lista de focos catalogados.

Además de esta tarea preventiva, el contrato incluye la posibilidad de actuar contra los mosquitos adultos en casos de incremento puntual de la población. Para ello utilizarán un termonebulizador, un dispositivo que genera una nube de biocida con un alcance de 30 metros en horizontal y 20 metros en vertical. Chordá puntualizó que esta herramienta, una de las mejoras ofrecidas por la empresa, solo se utilizará si no hay viento, de modo que el producto se focalice en los mosquitos.

El Consell dispondrá de una herramienta informática, según indicó el técnico del Consell d’Eivissa, Jaume Estarelles, para informar de forma inmediata a la empresa de estos sucesos que puede provocar las lluvias intensas en verano. Además, cualquier ciudadano podrá informar de una plaga focalizada de mosquitos llamando por teléfono al Consell y dirigiéndose al departamento de Medi Ambient. Estarelles concretó que estas actuaciones se llevarán a cabo únicamente en espacios de dominio público donde la institución tiene competencia.